'Ruta de Colón', la mayor tragedia aérea en Ávila

Ávila

El jueves 6 de febrero de 1947 se estrellaba en el Risco del Fraile de Pedro Bernardo un avión Douglas C54B de Aerovías Internacionales Cubanas cuando realizaba el último tramo del vuelo La Habana-Madrid. Había salido de Lisboa tras la última escala de este vuelo transoceánico, que también tenía paradas en Bermudas y Azores.

El avión se desvió unos 50 kilómetros de su ruta, seguramente por las condiciones meteorológicas y lo rudimentario de los sistemas de navegación aérea de entonces. Murieron todos los ocupantes de la aeronave, 8 tripulantes y 3 pasajeros. Hasta la fecha ha sido la mayor tragedia aérea sufrida en nuestra provincia.

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"Yo soy originario de San Esteban del Valle y en mi niñez, hablando con un amigo del pueblo, me lo comentó. Y que cuando fuéramos mayores podíamos subir al lugar del accidente. En 2022 retomé esa idea y decidí buscar información del accidente, localicé un expediente y a partir de ahí y tras tres años de investigación, ha salido este artículo"

Quién habla es Adrián Fernández Megías, un joven investigador y el artículo al que se refiere es 'Pedro Bernardo en la memoria: el accidente del Ruta de Colon' publicado en el último número de la revista Trasierra, editada por la Sociedad de Estudios del Valle del Tiétar, SEVAT. Del artículo y de esta historia hablábamos con él en el programa Hoy por Hoy Ávila.

"Las condiciones de la aviación en aquellos años posteriores a la II Guerra Mundial eran bastante precarias. El temporal de nieve que afectaba entonces a la Sierra de Gredos y el Valle del Tiétar confundieron en algún punto a los pilotos. Seguramente también el desconocimiento de la topografía de la zona les llevó a confundir el Valle del Tajo, que es por donde tenían que volar, con el del Tiétar, lo que les llevó a estrellarse en el Cerro del Fraile" dice.

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Un suceso que tuvo amplia repercusión en los medios de comunicación de la zona, con su reportaje en el Nodo y gran repercusión en Pedro Bernardo, donde no hubo testigos visuales de la tragedia, aunque sí auditivos, puesto que a la hora del accidente hubo vecinos que escucharon un gran estruendo.

Las labores de recuperación de los cuerpos y los restos del avión movilizaron a muchas personas que se acercaron hasta esta localidad de nuestra provincia. Adrián destaca sobre todo la labor de los acemileros, aquellos que con sus mulas trasladaron los restos de los fallecidos y del avión. "Fue fundamental su labor" dice.

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Y un misterio: el paradero de una caja con joyas que se transportaban en el avión por valor de 40.000 dólares y que pertenecían al vicepresidente de la compañía. "Las traía el presidente de la compañía aérea que venía para negociar con el gobierno español la apertura de una línea regular entre Cuba y España. Es una cosa llamativa, pero realmente no podemos saber que fue de esas joyas" añade.

Y otra curiosidad es que los restos del avión fueron vendidos como chatarra a un empresario de Bilbao. Hace tres años, en 2022, cuando se cumplieron el 75 aniversario del accidente, se organizó un acto en la zona con la instalación de una placa que recordaba lo ocurrido.