9 días sin pistas de Alejandro Aranda

La Policía Nacional continúa con la búsqueda de Alejandro Aranda, el joven zaragozano natural de Alcalá de Moncayo que desapareció la noche del 22 de marzo en el centro de Valladolid.

La última reunión de las autoridades ha contado con la participación del comisario jefe provincial con la policía municipal de Valladolid, bomberos, policía judicial y brigada de seguridad ciudadana se ha abordado el estado de las investigaciones y se han aunado fuerzas para lograr alguna pista que logre dar con su paradero. El Servicio de Bomberos de Valladolid ha aportado sus medios materiales y humanos para rastrear zonas del río, que no se puede descartar pese a no ser una de las líneas principales de la investigación.

Según han indicado desde la subdelegación del gobierno, las pistas de las que se tiene constancia, ya sea a través de la colaboración ciudadana, así como fruto de las propias actuaciones policiales, se están siguiendo "como si fueran positivas", si bien hasta el momento no han dado resultado, ha precisado el cuerpo Asimismo, ha subrayado que desde el Grupo de Homicidios y Desaparecidos, que se está encargando de dirigir y coordinar la investigación, se hace hincapié en la búsqueda de evidencias de cuál ha sido la ruta que tomó el joven.

Además, el alcalde de Tarazona, Tono Jarray confirmaba que este fin de semana viajarán amigos y vecinos de la zona hasta la capital vallisoletana donde se realizarán nuevas batidas de búsqueda.

La búsqueda se extiende a toda la provincia

Las investigaciones se extienden además a toda la provincia y a zonas de campo ya que según recordaba en hoy por Hoy Valladolid su padre Eduardo Aranda se está contactando con "cooperativas agrarias porque es mu y fácil que estuviera en campo abierto y solo podría verlo un agricultor, un pastor o un cazador".

En el momento en el que Alejandro desapareció tenía puesta una cazadora negra de un material similar a la piel y holgada, un pantalón de chándal negro y unas botas de trekking por encima del tobillo. Además es de estatura alta, de 1,88 metros de altura. El entorno de Alejandro ha explicado que sufre esquizofrenia y que podría haber dejado de tomar la medicación.

Por ello cualquier pista es clave y para ello se puede llamar a los números de teléfono del 091 de la Policía Nacional o al 112 de Emergencias de Castilla y León, en caso de que se tengan pistas o evidencias del joven.

Alejandro Aranda, quien trabajaba como guía para el Imserso, llegó a Valladolid para acompañar a un grupo en una de sus excursiones. El joven llegó al Hotel Olid la mañana del domingo 22 de marzo y por la tarde algunos testigos indicaron que parecía alterado, aunque no mostraba comportamientos agresivos. Esa misma noche abandonó el hotel y desde entonces no se ha vuelto a saber de él. Su teléfono móvil quedó en la habitación y su maleta fue hallada en la calle San Quirce, cerca del Museo Nacional de Escultura.