Los mayores palentinos prefieren comer en compañía

Palencia

Creo que debo contarlo y así lo voy a hacer. Esta semana me encontré con una pareja amiga que hacía mucho tiempo que no veía. Me dicen que se van a comer al centro de mayores de Valentín Calderón que pertenece a la Junta. Me animan a que les acompañe, acepto.

Ellos tenían reservado pues es así como se debe hacer. Tienen un cartel informativo con los menús de toda la semana, dos menús diferentes por cada día a elegir: primero, segundo y postre, agua y el café si se quiere es aparte.

Pido crema de calabaza y unas albóndigas, mis amigos piden alubias y merluza. Comida casera rica, servicio diligente y trato muy cordial.

Nos ponemos al día de nuestras vidas y me explican que vienen todos los días a comer aquí, que se encuentran mucho mejor desde que tomaron esta decisión, no tienen que comprar, cocinar y limpiar con lo que todo eso conlleva de desgaste físico.

Observo que se saludan con muchos de los que están allí y me aclaran que son de los que vienen también a diario a comer, me cuentan sonrientes que hay usuarios que solo van el día del cocido porque dicen que para uno solo no se puede hacer en casa.

Que esto de venir a comer aquí les ha aportado hacer amigos, que más tarde cuando ya han recogido el comedor se quedan a jugar a las cartas o al parchís.

Incluso que han hecho un grupo de amigos y se van a andar, otro día al cine el día del espectador, que es más barato, unos van en pareja, otros solos, pero todos en grupo.

Que les viene muy bien porque también se cuentan sus cosas, porque a veces los familiares con esta vida tan ajetreada no tienen tiempo para escucharles…

El comedor es grande y está lleno e incluso hay mesas que hacen dos turnos.

Sé que también hay este servicio en San Juanillo, La Puebla, que pertenece al ayuntamiento, y parece ser que también en la residencia Puente de Hierro, pero no lo conozco. Otro día pasaré por allí.

Hay mucha soledad en los mayores y si esto es una forma de paliar esa soledad, de poder seguir en su casa, de hacer nuevos amigos y de ser más felices, pues bienvenido sea.

Un día preguntaré a los usuarios su grado de satisfacción, yo les he dado el aprobado, pero ojo, seamos honestos, no vamos a pedir exquisiteces, las comidas son saludables, están bien elaboradas, pero no vamos a exigir que nos pongan rodaballo por ejemplo, por ese precio… seamos justos.

¡Ah! Hacen unas torrijas y un arroz con leche de chuparse los dedos.