El Tubos Aranda se regala una victoria clave para la salvación en ASOBAL

Pamplona

El Tubos Aranda salía de la mala racha a lo grande este viernes en Pamplona. En el día de su 25 cumpleaños castigaba severamente a Anaitasuna y lograba dos puntos de oro para dar un paso firme (aún no definitivo, pero importante) para la salvación en ASOBAL. Los de Javi Márquez vencieron sin contemplaciones en Pamplona a un equipo sumido en la ansiedad. Sabiendo jugar sus cartas y aprovechando un inicio que fue casi decisivo. Todo ello con una afición incondicional que pese a ser viernes acompañó al equipo con casi un centenar de seguidores en las gradas del Pabellón Anaitasuna.

El comienzo se tradujo en liderazgo de un Tubos Aranda efectivo y luchador, ante un Anaita penado por las pérdidas, fruto de la ansiedad de la situación que adolece de forma evidente, pero también encontrado con Pau Guitart en (para variar) excelso nivel en portería. Situación opuesta en ataque de los ribereños con eficacia goleadora (que estrenó Enebral), y los visitantes que tomaban distancias de dos y tres tantos. Buen inicio.

El paso de los minutos, la precipitación de los locales constante, y una mayor eficacia de Aranda, generaba superioridad de hasta cinco goles (4-9). Los pamploneses fallaban. Y a ese mal momento se sumó en el ecuador de la primera parte el cuadro ribereño. Hubo sequía anotadora de ambos. Aranda no encontraba la forma de lograr el +6, tuvo su mal momento de partido, pero la diferencia con otras jornadas fue que no le penalizó el rival, porque andaba aún más fallón. Cuando atacaban los locales, nuevamente se las veían con Pau Guitart. Animal. Y si no, el lanzamiento se iba fuera. Fue Berbel quien rompió la sequía, ampliando el marcador instantes después (4-11). Con +7 para Aranda, segundo tiempo muerto de Quique Domínguez a ocho minutos del descanso. Situación crítica.

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No funcionó. Dio Anaita más rapidez a los ataques buscando los goles que faltaban, pero Guitart seguía diciendo ‘no’. Y Aranda supo amoldarse a ese nuevo ritmo para ponerse +8 (6-14). Llegó el protagonismo arbitral con una cuestionable exclusión para Fischer (la segunda). El gol de Ganuza propició el tiempo muerto de Márquez. Y los locales trataban de comer terreno llegando el descanso (9-15) para tener argumentos de creer en la segunda parte. Con uno menos lo lograba, quedando a cinco tantos (11-16) para marcharse a vestuarios.

Conato de remontada, reacción abismal de Aranda

Anaita comenzaba fuerte. Creyó en sus opciones y se aferró a la remontada, quedándose a tres goles (15-18). La situación parecía crítica. Pero ese fue el punto de inflexión del partido. Tiempo muerto de Javi Márquez, recomposición y tranquilidad. Funcionó. El intento de remontada de los navarros fue un conato. El profe y su pizarra acertaron. Parcial de 0-3 para volver a estar seis arriba (15-21). Vyunik se sumaba a la fiesta de la portería desde los siete metros. Y otro parcial más ganado.

Anaita pedía tiempo muerto. No le salió el ataque. Bajada de persiana de Pau y gol desde casa. La cabra. Y para seguir, recuperación de Aranda y tanto de Rogonovs. Mazazo para los locales (16-24). Aún había más. Los goles se siguieron sucediendo ante un Anaita que ya sí bajaba los brazos; no había nada que hacer. Aranda se gustó, y cerró el partido con una sonora victoria (22-32) que le permite rozar con los dedos otro año en ASOBAL. Nada está hecho, aún quedan partidos importantes… pero es indudable que este viaje merece mucho la pena, y que si nada raro ocurre, tendrá como meta y fin la permanencia.