Semana Santa entre borrascas: el pronóstico de la AEMET llena el mapa de paraguas
La inestabilidad va a marcar los días centrales y puede poner en peligro la celebración de las procesiones

Procesión del Domingo de Ramos / Leticia Pérez ICAL

Valladolid
Una mirada rápida al pronóstico que este Lunes Santo presenta la Agencia Estatal de Meteorología es un auténtico desafío para los optimistas. Para los cofrades. Para los hosteleros y hoteleros. Para quienes disfrutan de las procesiones como público. Porque a la elevadísima probabilidad de lluvia: de hasta el 95, por ejemplo, en el Viernes Santo, hay que sumar una bajada de las temperaturas, máximas y mínimas que va desplomar el termómetro hasta llevarlos a valores que apenas superarán los 0 grados en la noche del miércoles y del jueves.
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Hoy por Hoy Matinal Valladolid (14/04/2025)
Pero, como la esperanza es lo último que se pierde, desde la AEMET señalan que la clave no está ya tanto en si lloverá, que todo apunta a que así será, si no en ver dónde y cuánto y cómo descargan esos chubascos. El mejor ejemplo lo encontramos en el Domingo de Ramos. Un chaparrón puntual obligó a desmantelar la Procesión de Las Palmas, a refugiar el paso de la 'borriquilla' -cuyo nombre real es 'Entrada triunfal de Jesús en Jerusalén'-, en la Iglesia de Jesús, situada en un lateral del Ayuntamiento de Valladolid, y a completar el recorrido tras la espantada de gran parte del público y de las secciones infantiles de las cofradías.

Previsión semanal de la AEMET en Valladolid / Aemet

Previsión semanal de la AEMET en Valladolid / Aemet
Esos episodios van a tener muy pendientes a todos en unos momentos en los que la previsión del tiempo es consultada casi con carácter obsesivo. Más allá de que trunque ilusiones de quienes han esperado un año para salir a la calle, hay otras consecuencias menos espirituales y más materiales en juego. Así, el sector hotelero ya ha mostrado sus temores porque con este panorama es posible que haya cancelaciones de última hora. Se han registrado ya algunas, como ha apuntado el presidente de la Asociación Hoteles de Valladolid, Francisco de Frutos. Pero el partido, valga el símil deportivo, se juega sobre todo a partir del miércoles. Si bien mantienen las expectativas, saben que muchas decisiones se toman tras consultar una aplicación en el móvil.
En la hostelería hay también temores pero menos. Porque vienen constatando, desde la pandemia, un cambio en los hábitos. El presupuesto destinado al ocio vinculado a bares y restaurante se está priorizando frente a otras partidas de gasto en el hogar. Y si, mientras esperan a pie de acera el paso de las talas y las cofradías, las nubes empiezan a descargar agua, hay muchos que deciden resguardarse junto a una barra, bajo un toldo, y esperar a ver si escampa con unas cuantas consumiciones.
En cualquier caso admiten los hosteleros que los cielos grises y los paraguas sobreimpresionados en los mapas del tiempo de la tele enfrían los ánimos y desalientan a una parte importante de la ciudadanía. Se aferran, como tantos otros, a esa probabilidad que mueva el chubasco fuera de la franja horaria en la que el protagonismo tiene que ser para los hábitos y la madera policromada. Si el peor escenario llega, les queda el consuelo de que, inevitablemente, el paso de los días nos irá acercando más al verano y a unas mayores garantías de tiempo estable tras un final del invierno y un comienzo de la primavera marcados, precisamente, por la misma lluvia que, si nada cambia, va a marcar también los días centrales de la Semana Santa de 2025.

Mario Alejandre
Cuenta lo que pasa en Valladolid y en Castilla y León desde que se incorporó a la SER, en el verano...