Alos: la vida y obra de un emblema de la música en Aranda y la Ribera del Duero

Aranda de Duero

“Qué suave sopla el sonido del silencio y qué obsesión la de los músicos por hacer que esos silencios comuniquen la mayor contundencia de sus significados. Y entre tanto –silencios aparte– las canciones se gritan, se dicen o se susurran transmitiendo verdad. Es, quizá, si esa verdad es entendida por los receptores cuando el éxito de las músicas es más cierto. Hay veces que la mirada es tan corta, tan superficial, que no deja ver más allá de la propia mentira; como en aquellas canciones y músicas transitorias y perecederas que son creadas para ser olvidadas. En el otro extremo las canciones y músicas hechas e interpretadas con el dominio de la pasión; esas que son para siempre y que mejoran en ocasiones con revolucionarias interpretaciones.

Nuestro invitado de hoy a viajar por la memoria sabe mucho de las canciones, las músicas, las letras y la interpretación de ritmos y melodías. Una vida dedicada casi por completo al arte de crear e interpretar música. Una vida conectada a los ribereños a través de su presencia en los más variados escenarios y en sus infinitas modalidades. Conversamos este rato de radio de hoy sobre la música y la vida con JUAN CARLOS ANTÓN PASCUAL, ALOS.”

De su formación a la pasión por la música

Tras esta introducción de Ausen Frutos, nos adentramos en la conversación, vida y obra de Alos, alguien que rezuma música. "Viene desde pequeño. Cuando íbamos al Claret hice mi primer playback en sexto de EGB. Y yo iba a una academia de inglés donde hice otro de Los Beatles. A partir de ahí yo quise ser batería, que no cantante. Luego cambiaron muchas cosas porque fui a un seminario en el Burgo de Osma y me inicié en el canto", explica, antes de adentrarse en su infancia, viendo Aplauso escapándose de clase, rodeando ya de esas bandas e influencias musicales, aunque incluso con la antítesis de llegar a formar parte de una coral.

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Todo ello se daba lejos de su Aranda. Irse a estudiar fuera no era sencillo, suponía romper con tus raíces. Pero cuando se volvía se disfrutaba. La música fue hilo conductor. Y su primera batería, improvisada y artesanal. La hizo su padre, constructor. Y es que su familia -con raíces en Sepúlveda y Pedraza- siempre ha sido un pilar clave para Alos. La música también recayó en su hermano, a quien influyó positivamente.

Los años 80, de revolución y peligro

La adolescencia de Juan Carlos llegó en unos años 80 de cambios culturales, pero también con el peligro de las drogas, que ni le rozaron. Él por suerte, solo tenía los ojos en la música. "Yo me lo tomé más por ahí. Y creo que no se ha hecho una música tan buena como en esa década. Que los 70 son los 70, pero a nivel de producción y tecnología... Hubo una explosión en los 80. Y de las mejores canciones que se han hecho, creo que casi todos los que vivimos esas épocas, esa, fue insuperable", dice. Después de eso, y durante todo este tiempo haciendo un aparte en paralelo con la música, Alos hizo de todo. "Montando muebles, llevando un bar, haciendo seguros, vendí café 12 años... Y ahora hago hormigón, paneles prefabricados en Wallex", comenta.

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Música como vida , afición... y trabajo

Slaughter fue su primera banda. Se traduce como 'matanza'. "Íbamos al chamizo de los Esquela y rendíamos tributo a Iron Maiden, y sobre todo Metallica", recuerda. Pero la música, además de refugio, también ha sido el trabajo de Alos. Ha vivido de ello durante 13 años. "Estuve ocho años en Odessa, otros tres en otra orquesta haciendo algo parecido en Estrategia, y otros tantos en otra a nivel nacional, Camelot. Y podía haber vivido de mi música, pero vivir de tu música es y era más difícil. Así aprendes a tocar un abanico de estilos y artistas. Di quieres subsistir tienes que ser un camaleón. Y haces buenas amistades, pero no es un mundo fácil", detalla, no sin mencionar los muchos grupos en los que estuvo tras Slaughter. Una buena retahíla.

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Presente

Sin embargo, su nuevo proyecto es Amordiscos. "Y quiero agradecer porque el otro día fue un sold out total. Y con gente de ciertas edades que hacía mucho que no se veía en Aranda con una banda de rock local. Tratamos de hacer el mejor rock posible", esgrime.

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Alos es un amante de la música. Alguien que ha hecho cantar y disfrutar a miles de personas que han compartido con él un vínculo especial y único. Alguien que sabe expresarse a través de las notas. De los sonidos. Y que esta vez ha usado, como en otras ocasiones, su voz. Para contar su vida, su obra, y su experiencia.

La charla al completo de este Viaje por la Memoria junto a Valentín García y Ausen Frutos puede reproducirse al completo en el audio superior.