Condenado un profesor a nueve años por agresión sexual a una menor a la que daba clases particulares
La sentencia considera probada la relación de superioridad de este hombre de 57 años respecto a la menor

La fachada del Palacio de Justicia de la Audiencia de Valladolid. / Cadena SER

Valladolid
La Audiencia de Valladolid ha condenado a nueve años de cárcel a un profesor por agresión sexual sobre una menor de 15 años a la que daba clases particulares de Matemáticas en su domicilio. El tribunal considera probado que el docente mantuvo relaciones sexuales plenas con la alumna y que sabía perfectamente la condición de menor de la víctima.
En su sentencia, la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Provincial considera al encausado autor de un delito de agresión sexual sobre menor de 16 años, con acceso carnal, sin violencia o intimidación, y con prevalimiento de relación de superioridad y, en consecuencia, le impone la citada pena privativa de libertad--las acusaciones pública y particular habían pedido 13 años--junto con la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros a la víctima, su domicilio, centro educativo, formativo o de trabajo o lugares que esta frecuente, además de la prohibición de comunicarse con ella por cualquier medio de comunicación o medio informático o telemático, contacto escrito, verbal o visual, prohibiciones que se imponen por un tiempo de diez años superior al de la pena de cárcel.
La condena incluye inhabilitación especial para cualquier profesión, oficio o actividades, sean o no retribuidos, que conlleve contacto regular y directo con personas menores de edad, por un tiempo de diez años superior al de la duración de la pena de privación de libertad; libertad vigilada por tiempo de cinco años, que se ejecutará con posterioridad a la pena privativa de libertad y, en concepto de responsabilidad civil, la obligación de indemnizar a la menor con la cantidad de 20.000 euros por el daño moral causado, según la información del Gabinete de Prensa del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
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El docente condenado, que cuando se produjeron los hechos tenía 52 años, comenzó a impartir sus clases a la víctima en fechas próximas al 21 de octubre de 2020, las cuales tenían lugar en la vivienda del procesado, quien, pese a ser perfectamente conocedor de su minoría de edad, aprovechó para seducirla e intimar con ella, hasta el punto de que la escribía mensajes en el material escolar y la remitía fotografías de él en una moto invitándola a dar un paseo. También la enviaba música y le hizo algún regalo, como un colgante con una armónica. También la indicó que tenía que abrir una cuenta en la aplicación Instagram y otra en Telegram para comunicarse entre ellos.
En este escenario, el profesor, bajo varios seudónimos y distintos teléfonos, comenzó a intercambiar mensajes de contenido amoroso con la víctima, apercibiendo el condenado a la menor para que, una vez recibidos y leídos, los borrara inmediatamente.
Fue un 12 de diciembre de 2020 cuando el acusado pidió a la menor que acudiera a su domicilio para asistir a un taller de Matemáticas y al llegar al inmueble, entre las 11.00 y las 12.00 horas, la víctima se percató de que no había nadie más. El acusado la llevó a la parte de arriba de la vivienda, bajó la persiana, puso música y comenzó a desnudarse mientras ella se quitaba las botas que llevaba.
Acto seguido, sobre un camastro, el quinquagenario comenzó a tocar a la alumna por todo el cuerpo, a lamerla en sus partes íntimas y a masturbarla con la mano, atrayéndola para que le practicase sexo oral, lo que la menor realizó. Seguidamente, se puso encima de ella e introdujo su pene en la vagina de la menor sin preservativo, para después volver a penetrarla vaginalmente con preservativo.
Tras el acto sexual, el procesado pidió a la menor que bailara para él, a lo que ella le contestó que no sabía. Así, el condenado invitó a la alumna a vestirse no sin antes advertirla, antes de que ella se marchara de casa, de que no contara a nadie lo sucedido.
Aunque ella no contó lo sucedido a sus padres en ese momento, el día 27 de diciembre de 2020 su padre comprobó que ella escondía el teléfono y se lo cogió. Comenzaron entonces a llegar mensajes a ese teléfono. Su progenitor le pidió que lo desbloqueara y vio entonces que se trataba de mensajes de contenido amoroso que, como así confesó la hija, se los mandaba su profesor fruto de lo que ella calificó como un mero 'rollito de verano'.
Como consecuencia de ello, los padres, que entonces interpretaban lo ocurrido como una relación inadecuada entre profesor y alumna, sin conocer todavía el alcance de la misma, pusieron inmediatamente fin a las clases particulares.
No fue hasta agosto de 2021 cuando la menor desveló a su entonces novio que anteriormente había mantenido una relación sexual con su profesor particular, aunque sin darle muchos detalles. Con posterioridad, en enero de 2022, la víctima mantuvo una conversación con la que había sido su orientadora escolar durante el curso 2020-2021 y, dada la confianza que tenía con ella, terminó por confesarle que su profesor particular de Matemáticas había abusado sexualmente de ella y que había llegado a todo, hasta el final.
La orientadora dio a la menor unos días para que se lo contara a sus padres y finalmente la víctima, el 21 de enero de 2022, reveló a sus progenitores lo ourrido con el docente, hechos que han afectado en su comportamiento y en su desarrollo personal y emocional, por lo que ha requerido tratamiento psicológico.




