La macroplanta de biogás promovida por Iberdrola recibe los parabienes medioambientales

Milagros

La Junta de Castilla y León considera favorable el estudio de impacto ambiental del proyecto de macroplanta de biogás que Iberdrola tiene proyectado instalar en Milagros. La Consejería de Medio Ambiente concluye que el proyecto "no tiene efectos significativos sobre el medio ambiente". En el informe, que sale publicado hoy en el BOCYL, indica que la planta "se considera viable ambientalmente con el cumplimiento de las medidas protectoras correspondientes, el proyecto no presenta coincidencia territorial con espacios protegidos Red Natura 2000, concluyéndose que las actuaciones proyectadas, ya sea individualmente o en combinación con otros proyectos, no causarán perjuicio a la integridad de ningún espacio protegido". El documento va todavía más allá diciendo que "a pesar de las posibles molestias que generan este tipo de instalaciones, su implantación contribuirá a reducir o eliminar la aplicación agronómica de purines, que conlleva importantes molestias a las poblaciones del entorno durante la aplicación y con ello evitar el aumento de los niveles de nitratos en las aguas subterráneas", unas consideraciones que no comparten los opositores a este proyecto, que consideran que esta conclusión es "una frase que ya suena a eslogan de manual, más que a evaluación seria". "Se respaldan en que esto no va a contaminar, que va a ir fenomenal todo y al final es como un 'corta y pega' de algo que no se ha estudiado, porque no ha ido ningún técnico de la Junta de Castilla y León a ver que todo lo que dicen está bien o que no vaya a causar impacto de ningún tipo en esa zona; no hay algo sólido para poder decir todo lo que dicen", lamenta Aurora Vilariño Rubio, la portavoz de la Asociación de Vecinos de Milagros.

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El informe de Medio Ambiente añade que en relación a los malos olores que puede generar una actividad como esta, "se identifican como principales focos emisores los relacionados con el tránsito de camiones, almacenamiento de purines y estiércoles, operaciones de carga y descarga, alivio de válvulas de seguridad y cargador de sólidos y para valorar dicho problema ambiental, se ha realizado una modelización de las emisiones esperadas de olores en el entorno, obteniéndose como resultado que no se producen afecciones a receptores sensibles. No obstante, el documento ambiental establece una serie de medidas dirigidas a reducir o minimizar los previsibles malos olores".

El enemigo se multiplica

Los detractores de este proyecto tienen abiertos varios frentes. Además de esta planta, en Milagros sigue su tramitación la de Bioenergy. Pero a estas dos plantas se une otro proyecto más en Fuentelcésped, lo que puede convertir a esta zona en un lugar prácticamente inhabitable. "Más de cuatrocientas mil toneladas de residuos anuales y 120 camiones de alto tonelaje con residuos pasando a diario es una barbaridad que no se puede sostener en el tiempo ni decir que no va a causar ningún estrago", añade Vilariño Rubio.

Incidiendo en la idea de que la Junta de Castilla y León parece vivir de espaldas a la realidad, destaca que el informe dice que existe aceptación social suficiente y que se ha garantizado la participación ciudadana. "Esto, dicho en un pueblo donde la oposición vecinal ha sido activa, organizada y persistente, suena a burla, critica la Asociación de Vecinos de Milagros, recordando, las decenas de alegaciones presentadas, reuniones solicitadas, y un sentimiento generalizado de que la decisión estaba tomada de antemano. Pero los vecinos de Milagros y otros pueblos del entorno no van a cejar en su lucha. Por lo que respecta a la planta de Iberdrola, una vez llegado a este punto, cabe la vía judicial como recurso, asegura la portavoz de la asociación, que incide en que esto es sólo el principio de la resistencia a estos proyectos en un escrito que ha hecho público y que reproducimos a continuación.

Crónica de un informe favorable anunciado

"Hoy la Junta de Castilla y León, en su envidiable eficacia cuando se trata de servir a las grandes empresas, ha emitido un flamante Informe de Impacto Ambiental favorable para la macroplanta de biogás de Iberdrola en Milagros. Un informe que, según la propia Consejería de Medio Ambiente, concluye que el proyecto "no tiene efectos significativos sobre el medio ambiente". Una frase que ya suena a eslogan de manual, más que a evaluación seria.

Se afirma que el proyecto no generará molestias relevantes por olores ni ruidos, obviando que hablamos de una planta que gestionará toneladas de purines, residuos orgánicos y lodos —materiales que, para quien no viva en un despacho, huelen. Mucho. Además, el informe señala que existe aceptación social suficiente y que se ha garantizado la participación ciudadana. Esto, dicho en un pueblo donde la oposición vecinal ha sido activa, organizada y persistente, suena a burla. Decenas de alegaciones presentadas, reuniones solicitadas, y un sentimiento generalizado de que la decisión estaba tomada de antemano.

También se asegura que la afección al paisaje será mínima, aunque los vecinos de Milagros saben perfectamente lo que implica colocar dos macroinstalaciones industriales en medio de zonas agrícolas y turísticas, con estructuras visibles desde kilómetros a la redonda y un impacto visual que borrará el carácter rural de la zona.

Pero por si una macroplanta fuera poco, a apenas 700 metros se ha autorizado hace unas semanas la macro plantas de biogás de Bioenergy. Porque si vamos a desfigurar el paisaje rural, mejor hacerlo en estéreo. Dos macroinstalaciones industriales a escasa distancia, en plena tierra agrícola, dedicada a el vino, y sin que parezca preocupar demasiado el impacto acumulativo sobre el entorno, la salud o el modelo de vida de los vecinos.

Todo esto, claro, bajo la etiqueta de "energía verde". Aunque aquí lo que menos verde hay es la forma en que se está imponiendo: de espaldas al territorio, sin escuchar a la población, y con un proceso administrativo que parece escrito para que todo encaje... salvo la lógica.

Pero que nadie se equivoque: la Asociación de Vecinos de Milagros y amigos del Río Riaza, no va a quedarse de brazos cruzados. Va a luchar para que estas macroindustrias no se implanten, ni aquí ni en ningún otro lugar donde pongan en riesgo el territorio, el medio ambiente o la dignidad de los pueblos.

Esto no es el final. Esto es el principio de la resistencia”.