El juego de las chapas: una tradición cada año menos demandada, pero igualmente peligrosa para los adictos
Las 92 autorizaciones permitidas por la Junta son casi la mitad de las que había en 2010

Diferentes monedas para el tradicional juego de Chapas. / César Sánchez / ICAL

Valladolid
El juego de las chapas, practicado tradicionalmente en Castilla y León hasta el Domingo de Resurrección, pierde fuelle. Las 92 autorizaciones permitidas por la Junta son casi la mitad de las que había en 2010.
Con la excepción de 2020 y 2021, por la pandemia, en el resto de ejercicios el número de permisos ha rondado y superado el centenar. Pero lejos quedan los datos que había hace algo más de una década, cuando se aprobaron 180. El reglamento que regula su organización establece que todas las apuestas deben realizarse con dinero en efectivo. Están prohibidas las apuestas sobre bienes muebles, inmuebles o animales. Además, se permite que el juego se desarrolle tanto en espacios cerrados como al aire libre, siempre con los permisos municipales pertinentes, bajo luz natural y a una distancia superior a 100 metros de cualquier centro educativo. En todo caso, este año no existe ninguna solicitud para su práctica al aire libre.
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Entre las infracciones administrativas, se consideran graves o muy graves la organización de partidas clandestinas, la manipulación del material de juego, el impago a los jugadores de las cantidades ganadas y las conductas irrespetuosas hacia los participantes. Por provincias, León y Valladolid acaparan más de la mitad de las autorizaciones este año. Ni en Ávila, ni en Soria ni en Salamanca se han registrado solicitudes.
Se cree que el origen de este juego se remonta al sorteo realizado por los soldados romanos para decidir quién se quedaría con la túnica de Jesucristo antes de su crucifixión.
Los problemas de adicción al juego
Para quienes sufren una adicción de este tipo, poder entrar a un bar en el que se esté celebrando un corro puede suponer un auténtico riesgo.
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Raúl Santos, secretario de la Asociación de Jugadores Patológicos Rehabilitados, AJUPAREVA, recordaba que para quienes sufren una adicción al juego puede ser complicado encontrarse con estos juegos
Un total de 4.594 castellanos y leoneses están incluidos en el Registro de Prohibidos de la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), de calado nacional e interconectada entre todas las comunidades autónomas, lo que supone un 35% más que en 2020, cuando esa cifra se posicionaba en 3.387 personas.
En dicho sistema se incluyen los establecimientos de juegos y apuestas presenciales, así como las plataformas online, uno de los desencadenantes de este crecimiento; con el objeto de impedir que estas personas no puedan acceder a sus servicios en cualquier parte de España, según los datos facilitados a la Agencia Ical por la Federación Castellano y Leonesa de Jugadores de Azar Rehabilitados (Fecyljar).
Este sistema trabaja de manera paralela con el registro de prohibidos y los datos que maneja la Junta a través de la Memoria del Servicio de Juego, que únicamente es válida para la Comunidad y se centra solamente en los establecimientos presenciales, con 1.018 castellanos y leoneses incluidos, un 66,3 por ciento más que en 2018, según la Administración autonómica, dado que la legislación en materia de juegos de suerte, envite o azar, otorga la posibilidad, a las personas que así lo soliciten, de inclusión en el este listado cuyas inscripciones, salvo contadas excepciones, se producen por petición propia de la persona.
Desde Fecyljar hacen hincapié en el ámbito de la autoprohibición a partir de la inscripción en un registro que impide el acceso del inscrito a aquellos juegos respecto de los que la Administración pública competente haya determinado la necesidad de realizar la identificación previa del jugador con el fin de hacer efectivo el derecho de los ciudadanos a que les sea prohibida la participación en las actividades de juego.
El número de establecimientos de juego en activo en la Comunidad ha descendido año a año desde 2018, con una caída del 4,4 por ciento, al pasar de 18.374 hasta los 17.566 establecimientos totales en 2022, entre los que se enmarcan más de 16.000 máquinas, 120 salones de juego, 18 casas de apuestas y otros 17 bingos, según los datos que refleja la Memoria del Servicio de Juego de la Junta.




