Ligera mejoría en la segunda parte, pero con el resultado de siempre
Nueva derrota del Real Valladolid (2-3) ante un Osasuna que bailó a los locales en la primera mitad y que sufrió para ganar en la segunda

Laliga

Valladolid
Se acaban los adjetivos para este Real Valladolid que va camino de pulverizar sus récords históricos en lo negativo. Nueva derrota tras una primera parte en el que Osasuna pareció un equipo de dos categorías superiores a un Real Valladolid que decidió no presionar el balón y esperar a ver que pasaba. Y lo que pasó es que se encontró con un baño de su rival y dos goles en contra, el primero de Budimir y el segundo de Rubén García en sendos remates a placer solos dentro del área pequeña. Pitada general del respetable (solo 13.000 espectadores en Zorrilla) y partido, en principio resuelto para Osasuna en la primera mitad.
Pero tras el paso por el vestuario y la entrada de Sylla e Iván Sánchez, el partido y el animo local cambió de forma sustancial. El Real Valladolid firmó una segunda parte digna y avisó desde el primer minuto de que por fin le iba a poner energía y atrevimiento a un partido de fútbol. Y encontró pronto la recompensa con un gol de Moro que aprovechó definiendo con solvencia un fallo de su ex compañero Boyomo en el 59'. Pero como siempre la alegría duró poco porque un minuto mas tarde Latasa cometió un absurdo penalti en tareas defensivas que Budimir convirtió en el 1-3 tras el lanzamiento del pertinente penalti.
Aún así el equipo de Álvaro Rubio, sin nada que perder, no se rindió y Sylla puso el 2-3 tras convertir una pena máxima que él mismo provocó en el 66'. Sin muchas más ideas y con dos delanteros en el campo siguió buscando una suerte que no encontró para acabar como es costumbre perdiendo el partido con la sensación de impotencia mezclada con incapacidad que poco a poco va vaciando Zorrilla y con su rival festejando la victoria sobre el césped.




