Economía y negocios
Hostelería

Cierra el Trompicón

El actual propietario lo confirma asegurando que "no hay relevo"

Cierra el Trompicón

Palencia

Pasa por ser uno de los establecimientos hosteleros más emblemáticos de Palencia. Los bocadillos de torreznos eran los reyes de una oferta que incluía muchos otros productos como el chicharro o los champiñones. El local, de los "de toda la vida", como indicaban algunos clientes, ofrecía precios muy ajustados al bolsillo.

Sin ánimo de faltar, también se le conocía popularmente como el "Marrano" o el "Guarro". Al último propietario, Carlos, que le toca echar el cierre, no le importaban esos apelativos. "Así nos conoce la sociedad palentina", ha asegurado en más de una entrevista.

En declaraciones a Radio Palencia de la Cadena SER confirma que ha llegado el momento del cierre. "No hay relevo, mis hijos están contentos en sus actuales trabajos", señala. Además, tiene que cuidarse por problemas de salud. De momento, afronta un periodo de vacaciones hasta llegar al cierre definitivo.

Atrás quedará un negocio por el que han pasado generaciones, con 65 años de historia y dos propietarios. José y Carlos. El último, el que echa el cierre, visiblemente emocionado en la entrevista concedida a Radio Palencia de la Cadena SER, recuerda que lleva 45 años en la hostelería, parte de ellos en la Plaza de Abastos.

A los palentinos nos dice embargado por la emoción: "quiero que recordéis los buenos momentos que habéis pasado en el Trompicón. José, mi mujer y yo así lo esperamos". Adiós a un clásico, adiós al Trompicón.