Selecciona tu emisora

Ir a la emisora
PerfilDesconecta
Buscar noticias o podcast

El Trompi, crónica de un cierre anunciado

La Firma de Guillermo Flores

"El Trompi, crónica de un cierre anunciado", la Firma de Guillermo Flores

"El Trompi, crónica de un cierre anunciado", la Firma de Guillermo Flores

00:00:0002:51
Descargar

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

Palencia

Como los bares con serrín y centollo barato de Asturias, el Trompi era un bar en peligro de extinción. Nunca un bar tan humilde y sencillo fue tan conocido y popular, hasta el punto de que estaba en las rutas canallas obligadas para conocer la ciudad, yo diría que incluso al nivel de La Mejillonera o el Pepe's.

Muy atrás quedaron esos tiempos en los que el bar estaba siempre lleno, de gente y de olor a fritanga, sobre todo el de la panceta, que con tan buen rollo se hacía en su plancha. Era un bar castizo donde los haya, con producto sencillo y económico que daba de comer a todo tipo de clientes, sobre todo trabajadores y jóvenes que miraban la pela.

Sin ser yo un fijo, sí que fui mucho antes y alguna vez lo hice últimamente. Muchas veces para almorzar, lo tuve que hacer solo porque los compañeros no querían venir, decían que el olor se impregnaba en la ropa, tampoco mi mujer era devota.

Todo a la plancha y mezclando sabores pero estaba buenísimo. El truco era, como suele ocurrir, el “ajilimoji” que se le echaba, como el “ojopica” de Las Mercedes. Pero ciertamente el local entró en decadencia de un tiempo para acá como suele pasar cuando algo no es atractivo y los números no salen.

Era un negocio de volumen sin duda, con esos precios necesitaba vender mucho para funcionar, nadie en Palencia movía los kilos de panceta que se echaban a esa plancha con solera en la que siempre escurría grasa como si fuera algo inherente al negocio. Nos decíamos, si un día lo limpia a fondo o cambia esos viejos azulejos, perderá su atractivo, de hecho, hubo quien intento copiarle sin éxito, y es que aquello era muy difícil de imitar.

A parte de la edad más o menos jubilatoria de los gerentes y su cansancio hostelero, los nuevos tiempos le han pasado factura al Trompicón. Subida de costes de los productos y costes laborales que complican mantener uno de sus atractivos principales, el precio. Influyen también los nuevos gustos alimenticios de la sociedad, mucho más sana que en los 90 y que huye de esa comida tan grasa de otros tiempos, para algunos eso es hoy el mismísimo demonio.

También la aparición de muchos nuevos y pintones locales de hostelería la mayoría con picoteo, antes todo valía, los bares se llenaban igualmente y el público no era tan exigente. La falta de relevo también es algo detonante de estos cierres, el hecho de que nadie se haya querido hacer cargo de un local con un concepto que funcionó pero que no sabemos si hoy lo haría. Además, en un local viejo que seguro necesita una inversión, pero sobre todo mucho trabajo y esfuerzo diario, cosas que hoy no abundan.

No hay milagros, no pretendamos que nos atiendan rápido y bien, con decencia, con un producto de calidad y además bien cocinado por 50 céntimos. Los tiempos han cambiado y caminamos hacia una hostelería más bonita y de calidad sí, pero a otros precios que en algunos sitios fuera de nuestra ciudad ya son casi prohibitivos.

Así que aprovecha para disfrutar mientras duren tus bares de siempre porque seguramente irán cerrando.

 

Directo

  • Cadena SER

  •  
Últimos programas

Estas escuchando

Hora 14
Crónica 24/7

1x24: Ser o no Ser

23/08/2024 - 01:38:13

Ir al podcast

Noticias en 3′

  •  
Noticias en 3′
Últimos programas

Otros episodios

Cualquier tiempo pasado fue anterior

Tu audio se ha acabado.
Te redirigiremos al directo.

5 "

Compartir