Capiscol recupera el acarreo manual en la Pingada del Mayo

Burgos

El Consejo de Barrio de Capiscol celebra este año la 'Pingada del Mayo' con más fidelidad a la tradición, con un pino de 15 a 20 metros de altura, que será acarreado por no menos de 30 hombros hasta la plaza de la Iglesia para ser puesto en pie a las cero horas del primero de mayo.

José Antonio García, vicepresidente del Consejo de Barrio, explica que este año van a procurar dar vida a la plaza de Capiscol durante todo el día, que empezará con una paella solidaria a favor de la Asociación contra el Cáncer, con degustación abierta a todo el mundo que quiera contribuir con esta asociación.

Habrá juegos infantiles tradicionales y después el acarreo del mayo, para lo que hace falta gente, hombres solteros, casados, fuertes y con ganas de traer el mayo desde el vivero municipal hasta la plaza de Capiscol, solicita José Antonio García, algo que hace más de 20 años que no se hacía.

"Es un guiño a la tradición y traer el mayo acompañado de bailes folclóricos, regionales y música de dulzaina". A continuación, se degustarán unas sopas de ajo que hace el presidente, José Manuel López.

Una tradición ancestral, que pide abundancia a la naturaleza en su esplendor primaveral, que comienza con la selección y tala del árbol en Fuentes Blancas, el transporte sobre los hombros de los vecinos, que antaño debían ser jóvenes solteros, que lo levantan sin medios mecánicos hasta plantarlo, enhiesto, dando paso a la fiesta donde se degusta chocolate y orujo.

Según la concejala de Festejos, Carolina Álvarez, "se trata de una tradición de origen, según dicen algunos, celta, que celebra la fertilidad de la tierra, el florecer de la vida y la fecundidad de la misma y se ha de realizar con la fuerza y habilidad humana y solo ayudados por herramientas como horquillas y sogas maromas".

La Pingada del Mayo se recuperó en 1970 y este año cumple su 45.ª edición, ya que algunos años tuvo que suspenderse, durante la tarde del 30 de abril hasta la madrugada del 1 de mayo.