Las Cortes aprueban por unanimidad la propuesta de Soria ¡YA! para estudiar terapias asistidas con perros en residencias de mayores

Soria

La Comisión de Familia e Igualdad de Oportunidades de las Cortes de Castilla y León ha aprobado hoy una proposición no de ley defendida por el procurador de Soria ¡YA!, Juan Antonio Palomar, que insta a la Junta de Castilla y León a realizar un estudio para valorar la implantación de un programa piloto de terapias asistidas con perros en la Residencia Mixta de Personas Mayores Los Royales, en Soria. La propuesta ha contado con el respaldo de todos los grupos parlamentarios presentes en la comisión.

El procurador de Soria ¡YA!, Juan Antonio Palomar, ha defendido la iniciativa subrayando los beneficios de este tipo de terapias en el ámbito de la atención a personas mayores. "Un perro da cariño, compañía y promueve la actividad física y cognitiva". Ha citado investigaciones científicas y programas ya en marcha en otras comunidades como ejemplo de eficacia, viabilidad y bajo coste. "Claro que merece la pena, por supuesto que merece la pena. No porque dé titulares, sino porque está demostrado científicamente que ayudan".

Durante su intervención, Palomar ha criticado la apuesta de la Junta por proyectos tecnológicos sin aplicación práctica, como el caso del robot social Copito, presentado en 2021 en Los Royales dentro del programa Dependencia 5.0. "Ese robot, que nunca cumplió lo prometido, simboliza una forma de gestión desconectada de las verdaderas necesidades de nuestros mayores", ha denunciado. Según explicó, la tecnología puede ser útil, pero "no puede sustituir la cercanía, el contacto ni la empatía".

“Ustedes que presumen de gestión, pues, deberían preguntarse cómo es posible que en otras comunidades autónomas, como puede ser Cataluña, el País Vasco o la Comunidad de Madrid, ya están implantando estas terapias, mientras que aquí seguimos con promesas huecas y copitos de feria”, sentenciaba Palomar.

La proposición de Soria ¡YA! plantea iniciar el programa en el centro soriano y, en función de sus resultados, estudiar su extensión a otros centros dependientes de la Junta. "Nuestros mayores no necesitan tecnologías que no se usan, sino cercanía, afecto y medidas que mejoren su día a día», ha afirmado Palomar, quien también ha recordado que «la Junta aún no ha cumplido lo aprobado en esta misma comisión sobre la mejora de la climatización en Los Royales".

Respuesta positiva

Los diferentes grupos parlamentarios presentes en la Comisión dieron su respaldo a la propuesta, si bien algunos plantearon matices.

Pedro José Pascual, del Grupo Mixto, apostaba por aprovechar el proyecto piloto para exportarlos a otros centros de la comunidad. "Debería servir como estudio para extraer datos, resultados, puntos de mejora y conclusiones, de tal manera que, en su caso, podría servir como modelo para extender estos programas a otros centros de la Junta y en todas las provincias. Implementar esta iniciativa reforzaría el compromiso con un cuidado más humano, innovador y efectivo para nuestros mayores”.

Desde VOX, la procuradora María Isabel Pérez se planteaba por qué no estaba ya instaurado este tipo de terapias en Castilla y León y se mostraba contundente: “Necesitamos estas terapias en todas las residencias de Castilla y León, no solo estudios para un centro. La ciencia les respalda, la experiencia les avala".

Más matices planteaba María del Carmen García, del PSOE, mostrándose a favor, pero proponiendo que sea una terapia a demanda, modificando la proposición original: “Poner a disposición terapias asistidas con perros de los centros dependientes de la Junta de Castilla y León para personas mayores, siempre y cuando lo estimen o lo demanden los equipos técnicos de las mismas".

Por último, Antonio Jaime Mendoza, del PP aportaba mñas cuestiones a valorar, como la idoneidad y capacitación de los animales. “Debe de tenerse en cuenta que se está introduciendo un animal en entornos sanitarios humanos complejos. En primer lugar, no todas las personas se benefician del uso de perros como herramienta terapéutica, por ejemplo, personas con miedo a los perros. De este modo, y antes de iniciar un programa de terapia asistida con animales, hay que establecer un contacto inicial con los usuarios para poder valorar si existe o no una aversión y si podría beneficiarse de la utilización de los perros en la terapia”.