Óscar Puente deja entrever posibles retrasos en las previsiones de apertura de los dos tramos en obras de la A-11 en Valladolid

Peñafiel

Los ribereños y conductores de la N-122 no podrán estrenar en 2025 ningún nuevo tramo de la A-11 en la provincia de Valladolid. Es lo que se puede extraer de las declaraciones que realizaba la pasada semana el Ministro de Transportes, Óscar Puente, en un foro organizado por el periódico El Norte de Castilla, donde se refería a esta infraestructura retrasando levemente los plazos de los dos tramos en la provincia que están en construcción, y donde refrendaba la intención de que a final de legislatura todos los tramos de la A-11 estén en servicio u obras.

El tramo Tudela-Olivares estaba previsto para finales de este año, pero Puente se refería al mismo aseverando que los plazos son "arriesgados", mientras al que le da continuidad, el Olivares-Quintanilla de Arriba, que estaba previsto para inicios de 2026, ya se refería a su puesta en servicio "en el primer semestre de 2026".

Avances, pero lentos

Serán siete años para ver reflejados los 35 kilómetros de autovía que se pondrán a disponibilidad de los conductores, si bien habrá que esperar otros tantos para ver la continuación de esos kilómetros. Desde Quintanilla de Arriba y hasta Castrillo de la Vega -variante de Peñafiel incluida- aún queda un gran trecho que ha visto cómo ha tenido que licitarse la actualización de los proyectos de los trazados al considerarse "obsoletos".