Incertidumbre, tranquilidad y desconcierto en Ávila por el gran apagón

Con incertidumbre, tranquilidad y desconcierto se vivió en la provincia de Ávila el gran apagón sufrido por nuestro país en la jornada de este lunes 28 de abril. Fue hacia las ocho de la tarde cuando se empezó a recuperar el suministro en distintas zonas de la ciudad y provincia abulense, pero con bastante disparidad.

Si poco antes de las 20 horas empezó a llegar la luz a distintas zonas de la ciudad, hubo otras donde el suministro no se ha recuperado hasta la madrugada de este martes. Por ejemplo, en la zona de la Plaza de Santa Ana o Mercado Grande no volvió la luz hasta casi las diez de la noche y en partes del Valle Ambles todavía no la tenían a las once.

Tras la sorpresa inicial y ser conscientes de que el problema superaba nuestro barrio, ciudad o pueblo, los abulenses buscaban información sobre lo que estaba sucediendo. Pasear por el centro de la ciudad permitía comprobar como los trabajadores de los establecimientos estaban a las puertas de los negocios sin poder funcionar en la mayoría de los casos.

Esto sucedía en una de las farmacias el Mercado Grande donde decían que sin luz "no se puede dispensar la receta electrónica, tampoco funcionan los ordenadores con lo que tampoco se pueden dar las de papel. Sin poder trabajar" apuntaba uno de los empleados.

En los bares y restaurantes del centro de la ciudad se trataba de atender a los clientes de la mejor manera posible en un día en el que se veían grupos de turistas por la zona a pesar de ser lunes.

"De pena, horrible. Se nos está estropeando el género, no podemos atender a los clientes. Esto es una locura, además es la incertidumbre de no saber que está pasando. Estamos dando lo mínimo, se nos está calentando el género y no podemos dar ningún tipo de servicios" decían en el Bar La Rubia de la Plaza Adolfo Suárez.

Cerca del Mercado Chico, los trabajadores de La Lumbre se entretenían a la entrada de su establecimiento jugando con un balón. "Yo tengo carbón, pero para funcionar necesito el extractor encendido porque sino esto es inviable. Y sin el extractor tampoco puedo utilizar el gas" decía su responsable. A esto se sumaba la preocupación por el mantenimiento del género en cámaras que no disponían de suministro eléctrico.

El susto más importante vivido ayer se produjo en el Hospital Nuestra Señora de Sonsoles. En el momento de producirse el apagón, entró en funcionamiento el grupo electrógeno que garantiza el suministro al centro. El humo que produjo este equipo diésel, se coló en la planta baja, en la zona de consultas externas provocando alarma entre las personas que se econtraban allí y que abandonaron el edificio.

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Minutos después del suceso, la Gerente de Asistencia Sanitaria Isabel Martiño hacía un llamamiento a la tranquilidad explicando que se había tratado de un problema puntúal ya solucionado. Respecto la Hospital señalaba que se "todas las zonas sensibles están cubiertas. Se están finalizando todas las cirugías aunque no se va a comenzar ningua nueva. Tenemos problemas en los centros de salud ya que no todos tienen grupos electrógenos" decía.

La zona que se quedó sin suministro eléctrico fue la de radioterapia a la que no llegaba la luz del grupo electrógeno, lo que obligó a suspender los tratamientos que no se habían dado ya.

La circulación de vehículos en la ciudad fue tranquila. La escasez de nudos semafóricos en Ávila benefició el tránsito. En este caso, las criticadas rotondas que regulan la mayoría de los cruces permitieron dar fluidez al tránsito rodado.

En la única zona de la ciudad con semáforo, miembros de Policía Local regularon el cruce del Paseo de la Estación con Hornos Caleros. Una presencia humana que fue sustituida a última hora de la tarde por una valla que impedía cruzarlo. Los conductores que circulaban por el Paseo de la Estación tenían que incorporarse obligatoriamente en una de las dos direcciones de Hornos Caleros para luego dar la vuelta en las rotondas.

Cerca de allí tampoco funcionó el que regula la incorporación de de vehículos desde la calle Jacinto Benavente a la Plaza de Santa Ana. En este caso no hubo presencia policial, por lo que fueron los conductores los que dieron viabilidad al tráfico.

El servicio de autobuses urbanos funcionó con normalidad pero sin información en las paradas del tiempo de espera mientras que el ferrocarril, como en toda España, quedó interrumpido sin que no llegaran ni salieran trenes de la Estación de Ávila.

Y una imagen vista también el de colas de vehículos en las pocas gasolineras que podían prestar servicios al disponer de grupos electrógenos. Es el caso de la ubicada en la Avenida Juan Carlos I en dirección hacia la Escuela de Policía donde los coches ocupaban uno de los carriles de circulación mientras esperaban su turno en la cola.

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Los servicios de emergencia y seguridad estuvieron vigilantes durante toda la jornada sin que se haya informado de ningún incidente destacado. Se llevaron a cabo 7 rescates de personas atrapadas en ascensores y el Ayuntamiento de Ávila cedió un generador de electricidad al centro de salud de la estación y a la Escuela Nacional de Policía.