La Ribera del Duero llora la pérdida de Félix Martín, uno de sus últimos alfareros
Su hijo hereda ahora el negocio y sigue la tradición familiar

La Ribera del Duero llora la pérdida de Félix Martín, uno de sus últimos alfareros
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Aranda de Duero
El 28 de marzo falleció a los 89 años Félix Martín, alfarero de Fuenteminaya, y uno de los últimos de Aranda. Este miércoles la SER ha querido rendir homenaje a su figura y a su profesión, que llegó a ser toda una fortaleza en la capital ribereña. Delso y Máximo López nos acompañan en este homenaje, destacando lo que supuso Félix en el mundo de la alfarería.
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"Fue la primera vez que vi a un alfarero tornear. Se me quedó la imagen. Y me quise dedicar a ello. Tuvimos muchas y buenas conversaciones, me enseñó mucho. Y fue un alfarero muy importante, porque además le venía de su padre. A veces es difícil distinguir piezas del padre y del hijo, porque lo hacía muy bien, con un barro muy bien tratado", cuenta Delso, entre que López destaca "que es el eslabón de una cadena de muchos alfareros en una localidad que por su fisionomía ayudaba a ello", con "don de gentes, labor de difusión con visita de colegios".
Valoran ambos la habilidad de Félix de seguir todos los procesos que antaño se llevaban a cabo en la alfarería, buscando y preparando el barro, incluso pegándolo a la pared para reducir el exceso de humedad, y también su capacidad para vender y conversar con clientes y amigos. Los barreños para la matanza, los jarros en los que se sirve el vino, son cuestiones que no se conciben sin el trabajo de los alfareros como él.

Félix charla con Delso en una imagen de archivo / cadena ser

Félix charla con Delso en una imagen de archivo / cadena ser
Un libro sobre la cerámica arandina
Delso cree que "la cerámica tradicional de Aranda está en mano de franceses, catalanes... y aquí no lo hemos valorado, porque mucha gente nos ha visitado y hablado de nuestros alfareros, y no sé si me adelanto, pero hay un ceramólogo, Sergio Sabini, que es muy importante y que está escribiendo un libro sobre la alfarería de la ciudad". "Es una cerámica especial. En el museo tenemos la de Aranda y la de Burgos y no tiene nada que ver; una es fina y elegante, y la otra más tosca, y sí que había buena competencia".
En todo caso, la alfarería no muere en la comarca. Porque el hijo de Félix continúa con la tradición familiar. Una parte de él sigue muy viva en un lugar que sigue oliendo a barro, como el primer día.
La charla al completo puede reproducirse en el audio superior.




