Una abulense coordina la Unidad de Emergencias de Médicos sin Fronteras

Ávila

"Mi pasaporte lo tengo que renovar, no por que caduque, sino porque no le quedan ya páginas para poner sellos. La última vez que fui a Ávila a hacerlo, en la Comisaría, la persona que me atendió me dijo que viajaba mucho". Lo dice entre risas Carmen Terradillos. El motivo de tanto viaje para esta abulense es su trabajo en la ONG Médicos sin Fronteras, de la que es, actualmente, Coordinadora Médica de la Unidad de Emergencias.

Y una buena prueba es lo la sucede ahora mismo. Está esperando recibir autorización para viajar hasta Luanda, en Angola, cuando acaba de regresar de Sudán. Y en medio de tanto viaje su casa está en nuestra provincia, concretamente en la localidad de Gimialcón.

"Mi base de operaciones es Gimialcón. Es el lugar para tomar energía, volver a la paz y normalidad y coger fuerza para la siguiente salida" dice en una entrevista en Hoy por Hoy Ávila desde esta localidad de nuestra provincia fronteriza con la de Salamanca.

Su última intervención ha sido en Sudán, donde acaba de cumplirse el segundo aniversario del inicio de un conflicto que ha supuesto el desplazamiento interno de más de once millones de personas y convertido en refugiados en otros países a 4 millones de personas más.

"Lo de Sudán es la mayor emergencia humanitaria que existe en el mundo. La situación en la zona, tanto allí como en los países limítrofes, es muy complicada. El 60% de la población de Sudán depende de las ayudas humanitarias" dice

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Una situación además que se complica todavía más por la época de lluvia que llega a la zona, lo que dificultará todavía más la llegada de ayuda humanitaria. "Habrá carreteras que no serán accesibles, será todavía más difícil llevarlo todo, sobre todo a las zonas más remotas".

"Son dos años de violencia. Nosotros la sufrimos directamente en nuestra misión humanitaria. En este tiempo hemos sufrido 80 ataques, en centros de salud, en hospitales en los que estábamos trabajando apoyando a personal médico que trabaja con nosotros o en ambulancias. Y esto por ambas partes".

Una situación que, por desgracia, se repite cada vez más. "El respeto al espacio humanitario es algo que cada vez se complica más y es una petición que lanzamos a la comunidad internacional: que podamos realizar nuestro trabajo correctamente y que la ayuda llegue a la población civil, que es lo que realmente queremos y se necesita" añade.

En el caso de su próximo destino, Angola, el problema es el brote de cólera que surgió el pasado mes de enero, que ha causado ya 500 muertos, afectando a 13 de las 21 provincias del país y con casi la mitad de los casos en Luanda, la capital del país.

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Una enfermera abulense con una vida pegada a una maleta desde que hace 16 años decidió unirse a esta ONG. A Carmen le pilló la crisis que obligó a muchas enfermeras a salir de nuestro país para labrarse un futuro. En su caso estuvo en Francia. Después vino su unión a Médicos sin Fronteras.

Una labor vocacional que también supone un importante sacrificio personal. "Pasas mucho tiempo fuera, son muchas Navidades o eventos familiares fuera. Es por circunstancias laborales, pero también por una vocación, porque lo decidimos así" dice. Unas salidas que ahora son más cortas, ya que llegó a estar año y medio sin volver a casa. "Con el tiempo he podido combinarlo mejor" concluye.