Sánchez, Puente, Marlaska, Carrasco y la radio
La Firma de Javier Gómez Caloca
"Sánchez, Puente, Marlaska, Carrasco y la radio", la Firma de Javier Gómez Caloca
Palencia
El lunes se fue la luz y, otra vez… se agotó el papel higiénico. En el pueblo los apagones eran frecuentes. A revisar los plomos, cambio de cables, a poder ser hilos más gordos. Así era la luz a 125: plomos, hilos, transformadores y voltímetros. Si no eran los plomos ni había tormenta, era de allá; la culpa de Andrés, el de la eléctrica; algo estaría haciendo en el transformador de San Salvador. Según tardara en volver, minutos, horas o días, así le sonaban los oídos al bueno de Andrés. Las velas siempre a mano, no había váteres ni papel higiénico y el diario Arriba del teleclub daba para limpiarse el culo todo el pueblo.
El lunes se fue la luz en todo el país; fue de allá, de muy allá. Entre una empresa a la que se llama pública, pero en la que el Estado solo tiene el 20%, con el resto en manos de fondos, grandes familias y de don Amancio el benefactor, y, los grandes oligopolios eléctricos, alguien pisó el cable cinco segundos y todo petó. Aquí a las cinco horas volvió, en no más de veinte horas en todo el país. No está mal, en el Estado más rico de USA, el petrolero y trumpista Texas, tuvieron un apagón en 2021 y tardaron 89 días en repararse, tres meses.
Tenemos un Gobierno ya entrenado en la aparición de cisnes negros (pandemia, Filomena, Volcán de La Palma…) que, ante un suceso nunca visto, actuó rápido y bien.
El Presidente, aceptando el órdago de cobardía y tactismo de las Comunidades del PP, pidiendo que las intervinieran esperando un no o el fracaso en la solución.
Puente ya demostró su eficiencia con la recuperación del ferrocarril y las vías de su competencia en la Comunidad Valenciana…los niños, competencia del PP, siguen con clase en barracones o entre humedades. Si se pusiera al soterramiento, lo hacía rápido y barato.
Marlaska, presidiendo 8 CC.AA. Ayuso, en traje de campaña carnavalero, no quiso sufrir un Mazón y pidió el Estado de Emergencia y al ejército; más vale aparecer como incapaz que como responsable de algo que nadie sabía en qué iba a terminar, pensó. Podía haber entregado, en pandemia, la gestión de las Residencias, más de 7.000 familias no habrían perdido a sus padres y abuelos.
A la lideresa se suman seis comunidades del PP. Feijoo, otra vez a remolque, empieza su reiterada, demagógica y patética sobreactuación. ¡Qué pena que Mazón no hubiera solicitado el nivel 3 de Emergencia cuando la DANA! Un mail al Gobierno, declarándose incapaz de gestionar su exclusiva competencia, hubiera salvado más de doscientas vidas.
Como los plomos se arreglaron rápido, el PP buscó otro ariete para la crítica: la tardía información y falta de transparencia del Gobierno. Y lo dicen quienes fabricaron una mentira sobre el mayor atentado de nuestra historia, los que llevan seis meses sin decir si la comida de Mazón, mientras la gente moría, fue posada y reposada.
Y, en estas, el que faltaba, el Presidente de la patronal palentina. Le mandan argumentarios, pero se lía con las cifras. Dice la CEOE que en España se han perdido 1.500 millones, muchos parecen, y va Don Carrasco y atribuye a Palencia el 4% de las pérdidas del país. Manda güevos. Menos mal que por la tarde pasó las pilas del transistor a la calculadora y limitó el ridículo.
Una vez más la radio, siempre la radio. Un viejo transistor retirado, pilas y ahí estaba la SER. Información contrastada y veraz. Volvió la luz y, con ella, la industria de la desinformación: las redes, la basura informativa, los digitales de trinchera, el ruido, los bulos, las mentiras… Cuando el Golpe del 23-F, con estos canales de información, nos hubiéramos matado. Otra lección del apagón.