La pediatra de Cuéllar, Beatriz Salamanca, colabora con la ONG Sopesur en Guinea Bissau
La especialista en cardiología ha viajado junto con otros 14 sanitarios para atender a más de 200 niños con patologías muy complejas

Beatriz Salamanca realiza una ecografía a un niño junto con otro compañero en el hospital Simao Mendes de Guinea Bissau / Radio Cuéllar

Cuéllar
"Muy duro a nivel médico y personal", así define la pediatra de Cuéllar, especialista en cardiología, Beatriz Salamanca Zarzuela, la experiencia vivida tras participar en la expedición a Guinea Bissau de la que ha regresado hace apenas un par de semana. La doctora en el Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid, no se lo pensó mucho cuando la propusieron hace meses acudir a esta campaña en el hospital Simao Mendez, de ayuda sanitaria y no duda en volver cuando pueda.
Aunque ya había colaborado con varias ONG's en España para atender a niños con distintas patologías, la cuellara ha formado parte de la campaña que cada año organiza la ONG Sopesur con sede en León y que capitanea el pediatra José María Pradillos, jefe de cirugía pediátrica del Hospital Clínico de Valladolid. En total 15 sanitarios desde cirujanos, pediatras especialistas, anestesistas, enfermeros... han atendido a unos 200 niños y operado entre 35-40 niños.
"Nuestro objetivo es encontrar a los niños que puedan beneficiarse de una cirugía en el tiempo que estamos allí. Los pediatras pasamos consultas para valorar qué niños pueden beneficiarse de una cirugía que se lo más curativa posible", explica. Además los pediatras pasaban consulta de otras especialidades a niños con patologías que hace años que no les veían. También pasaban consulta dirigida al diagnóstico o tratamiento o para ver a quien se podía operar. Además pasaban consulta en la UCI pediátrica de neonatos y algunas especialidades por si podían aportar algo.
Guinea Bissau es uno de los países más pobres del mundo, con una población generalmente malnutrida, muchos tienen VIH y tuberculosis y hay muchísimas malformaciones. "Hemos visto patologías que en España no se verían. Allí no hay un diagnostico prenatal de nada, hay muchisimas malformaciones porque además a las embarazadas se les pone medicación que es implanteable en Occidente porque se sabe que provocan malformaciones", explica Salamanca. Si a esto se suma que no hay un seguimiento médico del recién nacido, por si surgen otras patologías y poner tratamiento y las características propias del país y la sanidad. "La calidad de vida si enfermas no hay casi posibilidad de salida", comenta la pediatra que afirma haber visto y vivido cosas muy duras. "A pesar de las situaciones terribles que hemos vivido y de que a algunos padres les hemos tenido que decir que no había opción de mejora para su hijo, han sido super amables y super agradecidos por haber acudido a valorar a sus hijos", añade.
En la expedición llevaban unos 500 kilos de material sanitario porque alli la sanidad a pesar de ser pública es muy distinta a lo que se conoce en España. Han estado en el hospital más grande del país a nivel público pero no hay nada. No tienen respiradores, no tienen vias para poner la medicación, los fármacos los tienen que pagar... el médico receta el medicamento y la via y los pacientes acuden a la farmacia para comprarlo y vuelven al hospital a recibir el tratamiento. La pediatra cuellarana ha pasado allí 15 días. Entraban a trabajar a las 8 de la mañana y no terminaban antes de las 10 o las 12 de la noche. "Había dias en los que no había luz, otros que no había agua y hubo un día que no funcionaba absolutamente nada. Tuvimos que parar tres horas y fuimos a visitar un manglar, que fue un soplo de aire fresco. No he visto nada más de Guinea Bissau", relata. También han impartido formación básica en la Universidad de Medicina, donde los médicos son cubanos pero las clases se imparten en español aunque el idioma del país es criollo.