Arandina y Burgos Promesas lo dejan para la vuelta

La Arandina y el Burgos Promesas empataban a nada en la ida de la primera eliminatoria en los playoffs de ascenso a Segunda RFEF. Partido con intensidad e igualdad pero con demasiada seguridad defensiva que apenas brindó alternativas, y que deja todo para la vuelta.

La primera parte ya tuvo poco que contar. Porque tuvo intensidad, brega y eso que se pide en un playoff. Pero faltaron ocasiones y emoción. La Arandina se supo plantar y buscar su premio a través de la insistencia por bandas o por el centro (en los pies de De Vicente). No por falta de insistencia, sí por fortaleza en sendas defensas, no hubo nada apenas que contar. Quizá el poco bagaje fue visitante en un disparo lejano desde la frontal, o un remate de cabeza que fue directo a las manos de Martín antes de llegar un descanso que dejaba todo para la segunda parte.

En el segundo tiempo ya sí tocó poner la carne en el asador, aunque tardó en hacerse. Fueron los locales quienes salieron con más fuerza al verde, aunque no pudieron transformarlo en ocasiones. El Burgos comenzó a ganar más protagonismo llegados al ecuador, aunque le faltó profundidad. Y el testigo lo cogieron de nuevo los de Sesi, que tuvieron ya sí la primera ocasión del choque (fíjense si hubo que esperar) en un remate de Albín desde la frontal en el minuto 66, lo que espoleó a los ribereños a seguir sondeando el tanto definitivo para llevarse ventaja a Burgos.

Hubo que esperar unos minutos para ver la siguiente ocasión, y fue en la testa de Pablo Ortiz, que irrumpió en el campo en el segundo tiempo, con un remate que blocó bien el portero burgalesista. Pero lo que parecía una reacción fuerte, se truncó. Porque se volvió a un encuentro más parado, donde ambos parecieron dar por bueno jugárselo todo en la vuelta, y con dos disparos lejanos por encima del larguero de los visitantes como único bagaje. Castañares -o el Plantío, está por ver- dictarán sentencia.