Dos meses y medio sin nadar

Aranda de Duero

La piscina cubierta municipal arandina lleva más de dos meses y medio inaccesible para personas con problemas graves de movilidad. Se estrenó en noviembre del año pasado y cuatro meses después se averiaba la silla hidráulica que permite a acceder al vaso a determinados bañistas que no pueden hacerlo sin ayuda. Esto ocurrió el 11 de marzo. La empresa que gestiona estas instalaciones lo comunicó al Ayuntamiento y, aunque los trámites para repararla se iniciaron sin demora, al no existir repuestos en el mercado de la pieza rota, se tuvo que optar por repararla. De ello se está encargando una empresa, que no es la que gestiona la piscina, pero mientras tanto, las consecuencias la sufren algunos usuarios como Enrique Fernández, un vecino de Aranda que sufrió hace unos años un accidente de parapente, que no tiene en esta localidad más opción que la natación para practicar deporte. "Para personas en silla de ruedas con tetraplejia, como es mi caso, o incluso determinadas personas mayores, es inviable el bajar al vaso para hacer el único deporte que se puede hacer aquí en Aranda adaptado o inclusivo, porque aquí por ejemplo pues no se puede hacer baloncesto en silla de ruedas ni balonmano ni piragüismo ni tenis, entonces llevamos ya desde el día 11 de marzo en esta situación y a mí me parece esto una tomadura de pelo", expresa.

Desde el Ayuntamiento aseguran que se ha insistido en numerosas ocasiones para que se termine ese trabajo, pero lamenten no poder responder a ningún usuario afectado por este problema con una fecha concreta. "Nos preocupa que el trastorno que les genera no se haya podido solventar antes, y estamos pendientes de ello", expresa la concejala de Deportes, Belén Esteban Sánchez.

Lo cierto es que dos meses y medio de secano es mucho más tiempo del que pueden permitirse los usuarios para los que su salud física y mental depende mucho de poder practicar natación. Por eso, Enrique Fernández pregunta por qué no se ha habilitado algún sistema provisional, a modo de plan B, mientras se repara la pieza. “Yo no sé quién tiene que arreglarlo, pero alguien tiene que tomar medidas y poner una grúa o cualquier cosa para que podamos bajar hasta que se arregle la verdadera silla, para que la gente como nosotros podamos hacer deporte natación en este caso”, concluye.