La reparación del muro de la iglesia de San Andrés comenzará en una semana

La reparación del paño norte de la iglesia de San Andrés comenzará en una semana. En estos momentos, técnicos de la diócesis de Ávila, de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León y de la empresa contratada para ejecutar los trabajos, realizan los estudios previos a la rehabilitación del paño norte de la iglesia de San Andrés de Ávila, "joya" del románico castellano del siglo XII cuyo muro lateral perdía prácticamente todos los sillares de piedra caleña de los que estaba compuesto, debido probablemente a las humedades, el pasado 25 de mayo.

Tras lo sucedido en el muro de la iglesia, las actuaciones por parte de la parroquia se centran en estos momentos, de forma primordial, en evaluar el estado del muro norte de San Andrés, con el fin de garantizar la seguridad de los trabajadores que, después, vayan a apuntalar dicho muro, José Carlos Sanz arquitecto de la diócesis de Ávila

Lamentablemente, los derrumbamientos, se han seguido produciéndose en fechas posteriores al 25 de mayo, lo que demuestra que ese peligro puede existir si no se toman las medidas oportunas antes de apuntalar, ya que podría llegar a producirse una caída de parte del muro que aún está en pie, causando daños personales a quien pudiera estar trabajando en la zona, según ha confirmado el arquitecto de la diócesis.

Por ello, la Junta de Castilla y León envió hace una semana un requerimiento a la diócesis de Ávila para que revise la situación de la iglesia de San Andrés tras el derrumbe de su paño norte instándole a apuntalar el edificio, tras los derrumbes.

Y es que las grietas, que el derrumbe dejó visibles hace poco más de dos semanas, también han ido a más y el peligro de que siga cayendo existe de ahí que el delegado de la Junta, José Francisco Hernández Herrero, haya resaltado la "urgencia" de actuar en el templo. Unos trabajos de recuperación en los que la administración regional apoyará financieramente aunque por el momento se desconoce el coste que puede suponer aunque tras visitar la zona se estima "superen los cien mil euros".

En el tiempo que ha transcurrido desde el derrumbe, el Obispado ya ha procedido a la contratación de una empresa especializada, Construcciones ULMA, para que se encargue de los primeros trabajos que comenzarán en una semana.

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En los trabajos de reforma, lo primero es apuntalar y asegurar la zona, posteriormente trabajar en la pérdida del relleno interior, que hizo que una capa de un muro de ancho se convirtiera en dos capas, una de 60 centímetros y otra de menor espesor y por tanto de menor resistencia, de unos 30 centímetros que, deteriorada en la parte interior, ha sido expulsada hacia fuera e hizo que el muro se pandeara o abombara provocando la caída de la piedra caliza y los sillares, según ha explicado José Carlos Sanz.

Ahora la idea es consolidarlo y recuperar el estado inicial, para ello toca retirar los restos, que son muchos, numerar los sillares desprendidos para poderlos aprovechar al máximo posible y evaluar las condiciones de cimentación, muro y estructura para plantear después una solución definitiva.

Unos trabajos que se alargarán en el tiempo y de los que se desconoce los plazos y duración de los mismos.

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