Con la basura a cuestas
La Firma de Guillermo Flores

"Con la basura a cuestas", la Firma de Guillermo Flores
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Palencia
Últimamente se habla demasiado sobre un asunto sucio, el de la basura. Por un lado, los problemas municipales ahora con Acciona, antes con Urbaser, la anterior contrata de recogida de cartones, que dejó tirada y sucia la ciudad hace meses.
Por otra parte, la aparición de nuevos contenedores de reciclado de basuras que nos hacen muy ecológicos y sostenibles sí, pero nos complican la existencia. En la calle hay ahora residuos orgánicos, residuos no orgánicos, plásticos, cartones y papel, vidrios y textil.
El aspecto de algunas calles con tantos contenedores es cuando menos poco estético y eso contando con que estén en buen estado. Peor están algunos contenedores subterráneos, menos mal que no se hicieron todos los proyectados, que además de la poca practicidad demostrada en el caso de vidrios y cartones, sobre todo para el uso de comercio y hostelería, se tiran más tiempo averiados que en correcto funcionamiento.
Veo complicado llevar a cabo este reciclado que se nos exige hoy a la sociedad en un negocio o en una pequeña vivienda tratando de seleccionar la basura en 5 o 6 espacios diferentes y eso sin hablar de baterías, medicamentos o aceites.
En la mayoría de las ocasiones el cartón que generamos comercio y hostelería hay que dejarlo fuera porque no cabe dentro, con la consiguiente mala imagen de ciudad. Hay quien dice que si no cabe nos lo quedemos en el local hasta que haya sitio en el contenedor o que lo saquemos solo a última hora. Como si 2.500 euros al trimestre que pago de agua y basuras me obligaran a gestionar yo los residuos de esta manera.
Por no hablar de otros sucios asuntos como los residuos tóxicos del hospital que no encuentran vertedero o del desbroce extra que ha habido que hacer en jardinería. Y todo ello siempre con especial carencia en barrios y polígonos que se quejan amargamente.
Otro asunto de basura bien distinto es el que se genera en los eventos multitudinarios tipo ITA o el reciente Palencia Sonora que también provoca cierta controversia y críticas incluso hacia un evento modelo que llena de música, vida y “pasta” nuestra ciudad. Es cierto que quedan determinadas calles totalmente devastadas de vasos, cascos y suciedad provocada por personas incívicas que deberían depositar todo esto en papeleras y contenedores y no dejarlo caer al suelo y darlo una patada. Y también es verdad que contenedores y papeleras se ven desbordados y con la basura amontonada a los pies, tal vez falten más sitios. En cualquier caso, al día siguiente todo queda como que no hubiera pasado nada. Además, los organizadores se responsabilizan de dejar su espacio limpio.
Y ahora me miro al ombligo, los bares somos responsables de mantener y dejar al cierre nuestra fachada barrida. Yo personalmente no solo insisto con mis compañeros en este asunto, si no que tiro de escoba el que más, soy algo maniático, lo confieso. No tienen los vecinos porque salir por la mañana de su portal pisando colillas, vasos o cristales y muchas veces así lo dejamos esperando que los barrenderos, por cierto, afables, laboriosos y metódicos nos dejen limpias las calles para seguir con nuestro día.




