Carnero justifica el carril bici de Moreras con un plan que lleva en el cajón dos años y que aún no ha sido aprobado

Valladolid

El Plan Director de la Bicicleta recoge, en el apartado 4.1.1. Criterios generales, que es conveniente establecer carriles bici segregados cuando el tráfico supera los 5.000 vehículos por día y sentido aunque, según señala, se podría aplicar a otros tramos de la red principal aun con tráficos más bajos.

Esta es la norma a la que hizo referencia el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, para asegurar que el carril bici de Moreras era casi una obligación, dado que por Isabel la Católica el flujo de tráfico alcanza esos niveles.

Un argumento que se puede aplicar a otras zonas de la ciudad, tal y como el propio documento recoge, por lo que desde la Asamblea Ciclista piden lo mismo para el paseo Zorrilla, una vieja petición, tal y como recuerda Roberto González: "Le exigimos, desde ahora mismo, que cree esa infraestructura segregada desde la plaza de Zorrilla hasta enlazar con el resto de carril bici segregado que tenemos en el paseo de Zorrilla, que es algo que llevamos reivindicando muchos años".

La oposición

Carnero citaba, efectivamente, al Plan Director de la Bicicleta... plan que ni siquiera está aprobado. Es más, el anterior equipo de gobierno, después de un proceso de participación con asociaciones y colectivos implicados, dejó un borrador que sigue sin ser aprobado definitivamente.

Es decir, lo han sacado del cajón para justificar el carril bici de Moreras, y lo han vuelto a meter dentro. Luis Vélez, concejal socialista y anterior responsable de Movilidad en el ayuntamiento de Valladolid, no da crédito: "No ha movido ni un dedo ni para modificarlo ni para aprobarlo y es increíble que ahora lo usen como argumento para justificar una decisión que es contraria a lo que debería ser la infraestructura".

Vélez considera que el actual carril bici, que no cuenta con financiación europea, no cumple con los mínimos para ser seguro: "No cumple con las normativas europeas ni las directrices de cualquier ciudad para ser seguro, rápido y accesible".

Carril de Moreras

Este martes se inauguró el nuevo carril bici de Moreras, jalonado de una veintena de pasos de cebra que obligan a parar cada pocos metros.

En concreto hasta en 18 ocasiones habría que parar si por cada uno de estos pasos de cebra pasase en ese mismo momento un peatón. Todos los accesos a la playa y al propio parque de la Rosaleda cuentan con un paso peatonal pintado sobre el carril.

El que más polémica genera es el de la intersección con la Plaza de Poniente, donde las líneas aparecen pintadas, incluso sobre el propio pavimento podotáctil, las baldosas que utilizan las personas con discapacidad visual.

El proyecto ha contado con un coste de 945.000 euros, de los que la gran mayoría se invierten en la nueva escalinata de Puente Mayor y una nueva rampa en el acceso al parque de la Rosaleda, junto a las escaleras, dirigidas a personas con movilidad reducida.