Gana José María

Ángel Santiago Ramos

León
Cuando el expresidente José María Aznar dio la señal urbi et orbi, el que puede hacer que haga, sabía que le iban a seguir una mayoría de los funcionarios togados, los fieles medios de comunicación conservadores y un numeroso grupo integrado por seudo-sindicatos, influencers y los cientos de agitadores de la ultraderecha.
Ayer lo hizo también el presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, comunista de joven, tardío en su vocación religiosa y ahora más cerca de los intereses de Vox que de la doctrina vaticana.
Con quienes no contaba el expresidente Aznar en su cruzada era con la ayuda del trio de los Cerdán, Abalos y Koldo. Destacados cargos socialistas que han abierto un boquete de enormes dimensiones en el partido del gobierno y en el propio ejecutivo.
El contagio de esta crisis en el socialismo leonés es ya muy evidente. Los perdedores de los últimos procesos a las direcciones provincial y regional han entrado en una febril campaña mediática con acusaciones graves hacia los dirigentes de su partido al más alto nivel. El alcalde de León ha ido lejos y ha marcado un tono de pistolero en su turné por los medios que ya son conocedores de su afán y de sus debilidades.
A José Antonio Díez se le han unido la diputada Andréa Fernandez y Diego Moreno, que fuera su candidato en las primarias a la dirección provincial. Primarias en las que apenas superó el 30% de los votos.
Hace tiempo que este grupo, liderado por el alcalde Díez, orbitan en la oposición interna a la actual dirección nacional del partido que preside Pedro Sánchez y por ende al secretario provincial, Javier Cendón. Miembro de la dirección del grupo socialista en el congreso y de la ejecutiva nacional, Cendón ha mantenido en los últimos años una fluida relación política con quienes ocuparon la secretaría de organización de los socialistas, José Luis Abalós y Santos Cerdán. Un hecho, este último, que pesa en su contra y que ya están aprovechando sus enemigos por tierra, mar y aire. La paz entre Díez y Cendón ha durado más bien poco.
De momento, quien gana es José María.
Una P.D. Cuando se ponen las tripas en lugar de la cabeza en las peleas políticas existe la responsabilidad de participar en la aparición de daños colaterales no deseados. No es la ira la mejor consejera para servir a la ciudadanía.




