Gracias por escucharme cada martes

Palencia

Después de estos meses escribiendo estas líneas cada semana, ha llegado el momento de decir adiós. No es fácil despedirse de un espacio que ha sido más que eso, ha sido un punto de encuentro, una ventana para pensar en voz alta y, sobre todo, una conversación permanente con ustedes, los lectores.

Desde el primer artículo hasta el último, he intentado ejercer el privilegio de opinar con responsabilidad, con honestidad y, a veces, con pasión. He celebrado, criticado, dudado y propuesto me habré equivocado también. Pero siempre he procurado mirar la realidad con el respeto que merece y con el compromiso de quien sabe que las palabras tienen peso.

Tampoco quiero dejar pasar la oportunidad de agradecer sinceramente a la Cadena Ser de Palencia, que me abrió sus micrófonos y me ofreció una plataforma invaluable para compartir ideas, debatir y aprender. Ha sido un honor. Gracias.

Como ciudadana de Palencia, creo que es una oportunidad que diferentes personas podamos alzar la voz Me he sentido escuchada, acompañada y querida cuando la gente me paraba para decirme; ayer te escuche en la radio.

Tener voz en los medios de comunicación es, hoy más que nunca, un acto de responsabilidad y una oportunidad valiosa. En un tiempo donde el ruido amenaza con ahogar las ideas y donde muchas voces siguen siendo invisibles o silenciadas, poder expresarse libremente, con argumentos y con respeto, es un privilegio que no debe darse por sentado. Los medios no son solo plataformas: son espacios donde se construye ciudadanía, donde se confrontan puntos de vista y donde, ojalá, se abren caminos hacia una sociedad más justa y más plural. Como mujer palentina y gitana estoy agradecida de poder hacer dado mi opinión, porque la diversidad siempre enriquece.

Saludos y sonrisas y nos vemos por Palencia.