Vuelven las denuncias contra el centro de tratamiento de residuos de Ecoaranda por malos olores

Aranda de Duero

Un grupo de vecinos de Aranda de Duero ha denunciado públicamente nuevos episodios de malos olores y acusan de graves irregularidades al centro de tratamiento de residuos que gestiona Ecoaranda. En un escrito remitido a esta redacción se quejan de que el pasado sábado se ha vuelto a registrar un episodio de fuertes malos olores procedentes de estas instalaciones, que están situadas en las inmediaciones del cementerio municipal. Advierten de que "no es la primera vez que esta situación obliga a la intervención de la Policía Local, que ha tenido que personarse en el lugar para levantar acta, ante el riesgo evidente para la salud pública".

Señalan que esta reiterada problemática vulnera lo establecido en la Ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular, concretamente su Artículo 7, que obliga a las autoridades competentes a garantizar una gestión de residuos que no ponga en peligro la salud humana ni cause incomodidades por olores, ruidos o humos.

A los denunciantes les preocupa especialmente que "la actividad se esté desarrollando en una parcela que, según informe técnico-jurídico emitido por el propio Ayuntamiento, carece de la correspondiente licencia ambiental". En dicho informe se advertía expresamente que las obras ejecutadas no se ajustaban a lo autorizado en la citada licencia.

Recuerdan también que la licencia ambiental es competencia directa del Ayuntamiento de Aranda de Duero, por lo que instan al Consistorio a revisar de forma inmediata estos incumplimientos y a incoar el correspondiente procedimiento sancionador.

Lo que también denuncian es que el uso excepcional del suelo en esta parcela fue concedido por silencio administrativo, a pesar de que meses antes ya se había elaborado un informe donde constaban las irregularidades anteriormente mencionadas. Y entienden que "es inadmisible que, en lugar de abrir expediente sancionador, se haya otorgado una figura urbanística que solo agrava la situación".

Por otra parte, la afección al agua subterránea también ha generado consecuencias preocupantes. Alertan los vecinos que han reportado casos de animales muertos en fincas próximas, y muchos vecinos se han visto obligados a transportar agua potable desde sus hogares o emplear pastillas potabilizadoras para el consumo de sus animales o el riego de sus huertos.

Los vecinos advierten de que esta problemática afecta no solo a los residentes de la zona, sino también a los numerosos ciudadanos que acuden diariamente al cementerio, ubicado a menos de 50 metros del centro de tratamiento.

Terminan diciendo que han solicitado reuniones urgentes con los distintos partidos políticos representados en el Ayuntamiento, con el fin de trasladar directamente la gravedad de la situación y exigir responsabilidades, considerando que es hora de que los representantes públicos actúen con la firmeza y diligencia que la ciudadanía espera y advierten de que no pueden seguir consintiendo lo que califican como “pasividad del equipo de gobierno ante un problema que compromete nuestra salud, nuestro entorno y nuestra dignidad”.