El músico Dulzaro 'saca los colores' al Ayuntamiento de Valladolid
En el acto institucional por el Día del Orgullo LGTBIQ+ el responsable del manifiesto ha criticado duramente la coalición PP-Vox

Dulzaro, músico vallisoletano, en su lectura del manifiesto en el acto institucional por el Día del Orgullo LGTBIQ+ / Carmen Salamanqués

Valladolid
Dulzaro, el músico vallisoletano responsable de la lectura del manifiesto por el Día del Orgullo LGTBIQ+, saca los colores, y no precisamente los del orgullo, al consistorio vallisoletano. Ha dicho basta a la tolerancia del discurso de odio desde las instituciones, y tras agradecer al Ayuntamiento por contar con su presencia, ha señalado algunas de las consecuencias de la coalición del PP junto al grupo de extrema derecha VOX en el acto institucional.
"Es necesario que la bandera esté en el balcón del Ayuntamiento los días del Orgullo, y la verdad me entristece que no esté colgada. Colgar la bandera LGTBIQ+, en el Ayuntamiento, durante la Semana del Orgullo, visibiliza y apoya al colectivo, sensibiliza a la sociedad contra la discriminación, reconoce la lucha por nuestros derechos, crea un entorno más seguro e inclusivo, y reafirma el compromiso institucional con la igualdad".
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Una bandera que desde que gobierna el Partido Popular junto a Vox, no ha vuelto a ondear en el balcón municipal, y que el alcalde ha dejado claro en numerosas ocasiones que no cree que deba hacerlo.
También ha querido señalar las declaraciones de la teniente de alcalde y portavoz del grupo Vox, Irene Carvajal, sobre el festival Zorrilla's Fest.
Aseguraba que "No dignifica a la comunidad, juega con el doble sentido de las palabras y lo que hace es dar una imagen de promiscuidad con la que muchos no están de acuerdo; no ofrecen una imagen positiva de lo que es la homosexualidad".
Dulzaro no ha dudado en señalar estas declaraciones en un salón de plenos en los que ninguno de los tres concejales de Vox se encontraba presente.
"También es importante recordar que hay partidos políticos que niegan nuestros derechos, que no nos reconocen como personas dignas de respeto. A estos partidos no se les debe dar voz. No se negocia con el odio.
La extrema derecha que gobierna en este Ayuntamiento parece obsesionada con la faceta festiva y desinhibida del colectivo LGTBIQ+, como si el placer y la celebración fueran un crimen. Pero precisamente este espíritu libre del Orgullo es una respuesta política.
Desafía el miedo, rompe las normas que oprimen y reivindica el derecho a existir con alegría y con libertad. No podemos permitir que estas personas tengan palabra ni opinión sobre lo que dignifica o no al colectivo.
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Dulzaro, el músico vallisoletano, denuncia la coalición de PP y Vox en el consistorio vallisoletano
Y no, Irene Carvajal, por mucho que un festival se llame Zorrilla's Fest eso no promueve la promiscuidad. Celebrar nuestra diversidad y disfrutar de la música no es ningún delito ni un ataque a la moral. Es una celebración de nuestros derechos conseguidos. Estas declaraciones, además de ser una falta de respeto profundamente grave, hacen mucho daño al colectivo y siguen promoviendo el odio".
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Dulzaro, el músico vallisoletano, señalas las declaraciones de la teniente de alcalde y concejala de Vox, Irene Carvajal sobre el Zorrilla's Fest
El alcalde ha cerrado el acto sin dar respuesta a ninguno de los hechos que el músico ha puesto sobre la mesa, derivando la atención a las desigualdades que se producen en otros países.
También ha aprovechado la ocasión para 'anunciar' lo que desde la cadena Ser llevamos meses contando, la Guía de Buenas Prácticas en colaboración con la Asociación de Hosteleros de Valladolid y la Universidad para abordar situaciones como las vividas en los dos últimos años.
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El alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, no responde al manifiesto del músico Dulzaro
Situación en Valladolid
No se ha olvidado de analizar la situación de la ciudad, que a pesar de haber evolucionado en los últimos años, entre 2024 y 2025 han registrado 7 agresiones por odio, las cuales ha querido recordar:
"Durante 2024 y en este inicio del 2025, en Valladolid se han denunciado al menos siete agresiones motivadas por el odio.
En septiembre del 2024, una joven de 21 años fue brutalmente golpeada durante las fiestas patronales al grito de: lesbiana de mierda. Sufrió una fractura de mandíbula y tuvo que ser operada.
En marzo, dos amigos fueron atacados en el centro de la ciudad durante una fiesta.
En diciembre, una pareja de turistas fue agredida con una botella por un grupo de cinco jóvenes en la calle Conde Ansurez.
Días después, el 21 de diciembre, cientos de personas salieron a la Plaza Mayor para gritar que esta ciudad no es un espacio seguro para las personas LGTBIQ+, y para exigir más protección y compromiso institucional.
En lo que llevamos de 2025, la situación no ha cambiado.
El 6 de enero, un joven de 29 años fue golpeado tras salir de una discoteca en la calle Pasión, con fractura de tabique y múltiples contusiones.
El 2 de febrero, cuatro jóvenes, uno de ellos menor, atacaron a una persona con un puño americano a la salida de un local.
El 8 de febrero, una pareja fue increpada en plena calle López Gómez al grito de maricones, solo la intervención de un viandante evitó la agresión.
Estos hechos han sido denunciados, visibilizados y registrados como delitos de odio por entidades como Fundación Triángulo"
Su infancia
Dulzaro ha comenzado su manifiesto hablando de sus vivencias desde la infancia hasta su primer concierto como artista, se dio cuenta de la importancia de contar lo que ha sucedido y todavía sucede a día de hoy:
"Desde pequeño supe que era diferente. No porque yo lo sintiera así, que también, sino porque desde muy pronto me lo hicieron saber a base de insultos y burlas en el colegio.
La infancia puede ser maravillosa, pero también tremendamente cruel. Recuerdo como a mis amigos y a mí nos llamaban maricones por bailar, por cantar en el pasillo... a una edad en la que ni siquiera sabíamos lo que era nuestra orientación sexual. Ningún profesor levantó la voz entonces, ninguno.
Aun así, yo seguí expresándome libremente, aunque llegaba a casa y me lo callaba todo, en silencio. Si pudiera hablar con el Alberto de 8 años, le diría que todo va a salir bien, que no solo va a sobrevivir, sino que va a volar, que va a ser libre y feliz y que jamás tendrá que volver a esconderse.
Yo no tuve referentes, nadie en quien fijarme, nadie que me dijera, no estás solo. Por suerte, mi hermano mayor salió del armario antes que yo y se convirtió en mi guía. Él me hizo ver que no había nada malo en mí, que estaba bien ser como soy.
A los 18 años me fui a estudiar a Londres. Fue como quitarme un abrigo pesado en pleno verano. Por fin podría ser yo, sin miedo, sin juicios, y aunque tuve que irme lejos para descubrirme, a los 22 años, ya de vuelta en casa, salí del armario con mi familia. Con miedo, sí, pero también con esperanza.
Hoy quiero dar las gracias a todas las personas que han luchado para que yo pueda estar aquí, hablando con libertad. Gracias a quienes han abierto camino con esfuerzo y valentía y gracias a quienes desde esta ciudad siguen empujando cada día por los derechos del colectivo.
Recuerdo uno de mis primeros conciertos como Dulzaro, en un pequeño pueblo de Valladolid. Canté una canción sobre Lorca y sobre Samuel, el chico asesinado al grito de maricón. Recuerdo decir esa palabra en voz alta y ver como la primera fila se levantaba y se iba. Ese día entendí el poder del arte, de la palabra, entendí que tenía que mostrarme sin filtros, sin miedo, porque a lo mejor algún niño o niña podía ver en mí ese referente que yo nunca tuve.
Nunca he pretendido ser activista, pero sé que ocupar ciertos espacios, ser visible, vivir con libertad, ya es una forma de activismo, y eso es algo que defiendo con orgullo".




