La provincia de Burgos entre las mejores en turismo rural
Según el Instituto Nacional de Estadística, es la tercera en viajeros y la quinta en pernoctaciones, sin contar las autonomías uniprovinciales

Las casas rurales de la provincia, pendientes de los grandes eventos del verano
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Burgos
La última encuesta de ocupación en alojamientos de turismo rural sitúa a la provincia de Burgos en el tercer puesto nacional, por número de viajeros y la quinta en pernoctaciones, sin contar con las autonomías uniprovinciales.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), más de 17.000 personas pasaron por un establecimiento rural de Burgos en el mes de mayo, solo por detrás de Girona y Cáceres.
Se contabilizaron 30.794 pernoctaciones, solo superadas por Málaga, Cáceres, Girona y Barcelona, aunque la estancia media no llega a los dos días, está en 1,8, la penúltima entre las provincias con más afluencia de turistas en el medio rural.
Domingo Hernández, presidente de la asociación de empresas de turismo rural de Burgos, Turalbur, no entiende por qué no llegan más visitantes a los establecimientos de la provincia, que dispone de reclamos naturales y culturales de primer orden, además de tener temperaturas más benévolas en verano, sobre todo en las cada vez más frecuentes olas de calor.
Hernández habla de un inicio tibio de la campaña de verano, que se animará con eventos culturales y festivos como el Sonorama o el Festival de Clunia, y ahora en el entorno de la capital burgalesa, con la Copa del Mundo de Danza.
En Burgos, se contabilizan 386 establecimientos de turismo rural, con 4.240 plazas, que tienen una ocupación media del 30%, que se eleva hasta el 44% los fines de semana. La inmensa mayoría de los clientes son residentes en España.
La asociación Turalbur considera "engorroso" el nuevo registro administrativo, que exige recoger hasta 30 datos de los clientes, de forma individual, que no aportan nada, pero que es obligatorio con la excusa de impedir la evasión de capitales.
Hernández cree que con estas medidas no se fomenta el turismo rural, que es uno de los motores de la supervivencia en el ámbito rural y temen que se les equipare con los alojamientos turísticos urbanos en materia fiscal y se les duplique el IVA, del 10 al 21%.




