Cuéllar recupera 400 metros cuadrados de enlosado del convento de San Francisco sustraídos en pandemia

Cuélar

La Comandancia de la Guardia Civil de Segovia ha devuelto al municipio de Cuéllar unos 400 metros cuadrados de enlosado que pertenecen al convento de San Francisco y que habían sido sustraídas durante la pandemia. Estas piedras que estaban originariamente ubicadas en el patio principal y en las galerías perimetrales al mismo por el noroeste y noreste, se estiman que tienen un valor que ronda los 200.000 euros. Dos personas han sido identificadas como presuntas autoras de los hechos, encontrándose la causa en manos del Juzgado Único de Cuéllar. Así lo explica el teniente coronel jefe de la Guardia Civil en Segovia, Benito Donate en el acto simbólico que hoy se ha celebrado en Cuéllar, con la presencia de la subdelegada del Gobierno, Marian Rueda y el alcalde de la Villa, Carlos Fraile.

La investigación se inició en diciembre de 2021, tras la denuncia formulada por el Ayuntamiento de Cuéllar, que acababa de adquirir el inmueble y detectó la desaparición de parte de su enlosado original y el desplazamiento de varias lápidas de pizarra pertenecientes a antiguas sepulturas situadas en el claustro del convento. El Consistorio aportó documentación acreditativa, incluyendo un informe técnico elaborado por una empresa especializada en patrimonio histórico y arqueológico, donde se recogía la situación original del inmueble y se valoraban los daños en 183.690,10 euros. "El Ayuntamiento se dio cuenta que lo adquirido en el inmueble no correspondía con el estado original y con los informes que tenían de cómo estaba el inmueble antes de la compra", explica Donate.

El alcalde de la Villa, Carlos Fraile, recuerda que el Consistorio firmó la compra del Convento el 10 de diciembre de 2021 en la notaría y es el 13 de diciembre cuando acuden de nuevo ya como propietarios para evaluar una vez más las instalaciones. Es en ese momento cuando se dan cuenta de la desaparición del enlosado. "Son casi 400 metros cuadrados y a ojos de la Concejala de Patrimonio, Maite Sánchez saltó a la vista considerablemente que faltaba el enlosado ya que mantuvimos conversaciones con los propietarios durante un año y habíamos constatado que anteriormente estaba el enlosado", comenta. "El 14 de diciembre el Ayuntamiento denunció los hechos y el día 17 solicitaron los servicios de la empresa de arqueología Estrato que ya había realizado informes periciales en la zona en los años 2010 y 2012 fruto de las negociaciones que también había mantenido la anterior corporación para adquirir el convento. En ese informe se acredita muy bien fotográfica y documentalmente el antes y el después", relata Fraile quien apunta que las piedras serían de la Edad Moderna.

Las indagaciones realizadas por la Guardia Civil permitieron identificar como anterior titular del inmueble a una mercantil ya disuelta en 2022. Durante las negociaciones previas a la venta al Ayuntamiento, actuó como representante una persona vinculada sentimentalmente a uno de los antiguos responsables de dicha sociedad y residente en Cuéllar. Las declaraciones obtenidas apuntaron a que esta persona, considerada de confianza por la empresa por su proximidad geográfica y vínculos personales, habría intervenido en la venta de elementos arquitectónicos pertenecientes al inmueble.

Entre las pruebas recabadas se halló una factura de octubre de 2020 correspondiente a una operación de compraventa de losas patrimoniales con un anticuario de la provincia. Las diligencias practicadas permitieron constatar que la transacción fue impulsada por el investigado, quien obtuvo un beneficio económico personal de 11.500 euros, sin contar con autorización del resto de integrantes de la sociedad. Gracias a la colaboración del anticuario, que reconoció la operación y mantuvo en depósito las losas, se procedió en marzo de 2023 a su incautación conforme a lo establecido en la legislación vigente. "Empezamos a investigar a través de las empresas, de las compraventas, los contratos y la entidad que vende el inmueble y de donde puede ser la empresa que ha podido intervenir sobre el enlosado. Un anticuario de buena fe había adquirido las piedras y las puso a nuestra disposición. Pudimos comprobar que eran esas las que estábamos buscando", explica Donate. Estiman que se pudo aprovechar la época de la pandemia y post pandemia que había mucho menos movimiento y la circulación de personas estaba contenida para realizar la compraventa. Este tipo de material, según explica Donate fueron adquiridos por el anticuario con su correspondiente factura, aunque vienen de un fin ilícito y relata que este tipo e piedras se suelen vender de nuevo para realizar proyectos de restauración de otros monumentos o bienes.

La subdelegada del Gobierno, Marian Rueda, calificaba de "gran hallazgo" la recuperación del enlosado. "Gracias a la muy buena intervención de la Guardia Civil, de la Policía Judicial y después de mucho tiempo de investigación se ha localizado este enlosado. Es un desarrollo de la protección del patrimonio histórico y arqueológico que se ha llevado a cabo en Cuéllar", apunta Rueda.

Las piedras se encuentran almacenadas en unos 15 pallets que se preservan en dependencias municipales. Se espera que a medida que se avance en el proyecto de rehabilitación y casa de la Cultura de San Francisco, estas losas vuelvan de nuevo a su lugar ya que se encuentran en un estado óptimo y se ve claramente donde se realizaron los cortes para su sustracción. Carlos Fraile agradece la importante labor realizada por la Guardia Civil y la Policía Judicial "para recuperar este patrimonio histórico de todos los vecinos de Cuéllar". El alcalde ha explicado que "esta cuestión ha preocupado mucho al Ayuntamiento de Cuéllar, en especial a la concejal de Patrimonio, Maite Sánchez con un importante disgusto en su día que felizmente se ha resuelto gracias a la buena labor de la policía judicial de la Guardia Civil. Ahora estamos a expensas del Juzgado para ver cómo también podemos reclamar los daños que se han producido al Ayuntamiento". Fraile ha manifestado una reflexión general recordando que este tipo de actuaciones arqueológicas pueden constituir un delito contra el patrimonio histórico y que se tenga muy en cuenta por los particulares.