Operación al milímetro para un viaje de 20 horas: los osos Luna y Poderoso rumbo a su nuevo hogar en Alemania

León

Luna y Poderoso, los osos que durante años han vivido en el coto escolar de León, están a punto de comenzar un viaje de cerca de 20 horas que los llevará hasta un santuario en las cercanías de Múnich (Alemania). Allí pasarán la última etapa de sus vidas en condiciones adaptadas a sus necesidades y con atención especializada.

El traslado está siendo coordinado por la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA), una organización con amplia experiencia en este tipo de rescates. Su responsable del área de Animales Salvajes, Andrea Torres, explica que el proceso no está exento de riesgos: “También tenemos miedo a que pase algo en el viaje. Cualquier traslado comporta un riesgo inherente, por el estrés y por la anestesia”. Por ello, la operación ha sido planificada al detalle.

Durante el trayecto, los osos viajarán en una caja especial con aire acondicionado, acompañados en todo momento por un veterinario. “El mismo veterinario que les ha tratado les va a acompañar en el viaje porque queremos que, al menos por nuestra parte, todo lo posible esté controlado para minimizar cualquier riesgo”, añade Torres. Para evitar complicaciones, serán dos personas quienes se turnen al volante, evitando paradas innecesarias.

Antes del traslado, Luna y Poderoso han pasado por un proceso veterinario completo, ya que no tenían las vacunas en regla ni habían sido desparasitados. “No es que estuvieran mal, pero no estaban bajo el cuidado de personas expertas. Les ha estado viendo un veterinario, pero no tenían un historial clínico veterinario y no estaban controlados como deberían”, señala la portavoz de FAADA.

El futuro de los animales dentro de nuestras fronteras era incierto. La construcción de un recinto adecuado en la montaña se descarta por su alto coste y mantenimiento. Además, los zoológicos como Cabárceno, tradicionalmente una opción en casos similares, están saturados. “Cabárceno tiene uno de los parques de osos con mayor índice de reproducción. ¿Qué pasa con eso? Que el propio parque ha ido repartiendo osos por el resto de centros de España. Cada vez tenemos más osos en cautividad y luego no se sabe qué hacer con ellos”, denuncia Torres.

FAADA defiende que la alternativa del santuario es la más adecuada para su bienestar. “Cuando los animales son mayores, siempre te planteas si sale a cuenta o no movilizarlos. Por nuestra experiencia, casi siempre llegamos a la conclusión de que vale la pena darles una oportunidad de, aunque sean los últimos días, meses o años de su vida, puedan vivir dignamente”.

En este nuevo hogar, Luna y Poderoso contarán con grandes espacios naturales, atención veterinaria constante y la posibilidad de interactuar con otros osos. “No tenían expertos a su cargo ni la instalación adecuada. Estos animales necesitan más espacio, más enriquecimiento y compañeros. Si un animal ya no está en las condiciones adecuadas, ¿por qué no arriesgarse a darles una vida mejor? Los animales, siempre que van a mejores condiciones, se adaptan muy bien”, afirma la responsable de FAADA.

España, lamenta Torres, carece de centros de rescate especializados en grandes animales salvajes: “Si buscamos un centro de rescate o santuario, ya tenemos que salir de España porque aquí no hay. Buscamos este tipo de centro porque son espacios muy grandes, con veterinarios, biólogos y personas que entienden de esta especie. Las necesidades se trabajan al más mínimo detalle”.

El proceso de sedación, aunque inevitable por motivos legales y logísticos, se realiza de forma muy controlada. “Se les seda para sacar sangre, leer el chip y comprobar que toda su documentación está en regla. También para cargarlos en la caja de transporte. Antes de viajar, se revierte la sedación porque ningún animal puede viajar sedado”, explica.

Para FAADA, este esfuerzo responde a un principio claro: ofrecer una vida digna a quienes, durante años, vivieron sin las condiciones que merecen. “Estos animales hace mucho tiempo que se deberían haber movido. No tenemos tiempo ya ni para plantearnos otras opciones. Lo que sí tenemos claro es que se merecen algo mejor”, concluye Torres.