Un verano lejos del desierto: 8 niños saharauis llegan a Ávila
Participan en el programa 'Vacaciones en paz'
Niños saharauis a su llega a Ávila en el programa Vacaciones en Paz
Llegan a Ávila los pequeños saharauis del programa 'Vacaciones en paz'.
Problemas burocráticos impidieron que llegaran hace un par de semanas pero una vez resueltos, los niños se encuentran ya en tierras abulenses.
Los ocho niños que este año conforman la expedición que organiza la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui permanecerán en Ávila y algunos municipios de la provincia como El Barco de Ávila, El Tiemblo o Piedrahíta hasta el próximo 1 de septiembre.
Mes y medio en el que los niños tendrán un respiro de las duras condiciones de los campamentos de refugiados en Tinduf, Argelia, de una problemática que ya cumple 50 años según ha recordado Ismael Jiménez, presidente de Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui
Las familias de acogida, junto con los concejales de Medio Ambiente y de Administración Local del Ayuntamiento de Ávila, Cristina García y Héctor Sastre, respectivamente, han dado la bienvenida a ocho niños que pasarán el verano en tierras abulenses con el programa Vacaciones en Paz, que desarrolla la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui.
Programa Vacaciones en Paz
El Programa Vacaciones en Paz consiste en la acogida de niños y niños saharauis entre 10 y 12 años por parte de familias residentes en España, durante los meses de verano. La estancia en régimen de acogimiento temporala responsabilizándose éstas del alojamiento, la mantención y parte de la educación de los niños.
Los niños de saharuis viven en campamentos de refugiados en las proximidades de la ciudad argelina de Tindouf, en una de las zonas más inhóspitas del desierto del Sáhara.
Desde el inicio del conflicto armado saharaui-marroquí, se concentra la puesta en marcha durante los meses estivales de unas colonias infantiles en las costa de Argelia con el fin de que los niños y niñas saharauis en el exilio puedan distanciarse temporalmente de la realidad de los campamentos de refugiados, de las carencias (alimenticias, educativas, sanitarias) que soportan y sufren y de las altas temperaturas que en verano llegan hasta 55-60ºC.
