La lucha de los trabajadores de Saeta obtiene sus frutos: reconocida la penosidad y automatización de parte de los procesos
La firma la pasada noche del martes pone fin a la huelga indefinida de los empleados de la fundición

Instalaciones de Saeta en Valladolid / Google Street View

Valladolid
En una contexto en el que la lucha sindical es denostada por muchos, el compromiso y aguante de los trabajadores de Saeta ha tenido recompensa. Comenzaron huelgas puntuales, coronadas con una indefinida desde el pasado 15 de julio, y finalmente han conseguido que la empresa se comprometa a mejorar sus condiciones.
Los representantes de los trabajadores y la empresa han llegado a un acuerdo para que esas condiciones de la actividad en la fundición Saeta mejoren. De esta forma, van a automatizar algunas de las partes de la fábrica para que los empleados no levanten tanto peso, lo que alivia ya de por sí la penosidad del trabajo que desarrollan.
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También les reconocen, y era una de las principales reivindicaciones, la penosidad sin necesidad de negociar un nuevo convenio, tal y como reclamaban desde el principio.
David San Modesto, de CGT, explica más detalles del acuerdo: "Nos reconocen la penosidad, nos dan el plus, no habrá represalias contra los huelguistas y van a cuidar la seguridad en la fábrica".
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David San Modesto, representante de CGT en Saeta, explica los términos del acuerdo alcanzado
Además, destaca que el acuerdo ha sido ratificado por una amplia mayoría de los trabajadores que esperaban a las puestas de las instalaciones a que sus representantes les comunicaran la oferta de la empresa. Tras el respaldo recibido, decidieron apoyar los términos y suspender la huelga indefinida que ya estaba haciendo mella entre los empleados.
Humos, ruido y calor
Hay que recordar las duras condiciones laborales en las que se desarrolla el trabajo de esta plantilla que ha mantenido un pulso con la empresa, añadiendo a los paros sendas manifestaciones en las que plasmaron sus reivindicaciones y malestar.
Los empleados de Saeta están expuestos a humos derivados de la fundición del aluminio, lo que puede generar problemas respiratorios , alteraciones del sistema nervioso, estrés y pérdida de audición consecuencia de superar los niveles de ruido permitidos.
A ello se añaden las altas temperaturas propias de este tipo de actividad y la manipulación manual de cargas, extremo este último9 al que la dirección de la empresa se ha comprometido a solucionar a través de algún tipo de automatización.

Beatriz Olandía
Es redactora en Radio Valladolid y edita los informativos Hora 14 Valladolid y Hora 25 Castilla y León....




