Ruperta Baraya considera que la figura de Reina y Damas cosifica a la mujer

Aranda de Duero

Ruperta Baraya critica la elección de Reinas y Damas por “cosificar a la mujer”. Esta asociación feminista ha vuelto a manifestar públicamente su rechazo a este concurso de las Fiestas Patronales de Aranda de Duero por considerar que refuerza estereotipos sexistas y utiliza a la mujer como adorno en los actos festivos.

“Hoy muchas personas volvemos a sentir vergüenza, hoy volvemos a demostrar que no somos una sociedad avanzada y moderna”, afirma la asociación en un comunicado. El colectivo denuncia que, pese a expresar su disconformidad en un escrito remitido al Ayuntamiento el pasado mes de junio, no ha recibido respuesta.

“Nos parece un certamen inadecuado, anacrónico, cuya única función es utilizar a la mujer para adornar los actos de las fiestas”, sostiene Ruperta Baraya, que añade que en nombre de la tradición no se puede tolerar que se perpetúen roles y estereotipos de género que atentan contra la dignidad.

La asociación también critica que las participantes se clasifiquen por edad en dos categorías —“mujer joven”, para menores de 30 años, y “mujer senior”, para mayores de esa edad—, y que se exijan ciertos requisitos académicos para concurrir. Lo que entiende que supone una discriminación cultural. Si bien reconocen que este año se han eliminado criterios como “buena imagen, simpatía y elegancia”, Ruperta Baraya considera que “la tradición sigue relegando a las mujeres a un rol decorativo”.

La asociación señala que esta práctica “contradice el artículo 14 de la Constitución Española, diversos tratados internacionales contra la discriminación de la mujer y la Ley 3/2007 para la igualdad efectiva entre mujeres y hombres” y recuerda que el alcalde ya declaró en junio de 2024 que “mientras haya interés se seguirá manteniendo” el concurso, argumentando que no se organiza un certamen masculino “porque no resulta de interés para ellos”.

Desde el colectivo feminista, sin embargo, cuestionan esta supuesta “libertad de elección”, asegurando que las decisiones individuales “se toman en un marco social que condiciona las opciones reales” y que desde la infancia “se socializa a las mujeres en la idea de que su valor pasa por su belleza y capacidad de agradar”.

Finalmente, Ruperta Baraya propone transformar el actual formato en una elección inclusiva de “embajadores/as locales”, abierta a cualquier género, que premie valores como el compromiso con la comunidad, el conocimiento de la historia local, el trabajo voluntario, el impacto social o el talento cultural, artístico, deportivo o académico.