El comercio rural de Castilla y León, preparado para el verano: "El comerciante de un pueblo pequeño es un héroe"

Valladolid

Calle Tablao. La Alberca, Salamanca. Mes de agosto. Quizá sea uno de los puntos más concurridos de los pueblos de Castilla y León durante el verano. Allí, en esta estrecha vía de la sierra salmantina, coinciden muchos pequeños negocios que ven en el verano el momento cúspide de sus tiendas con el las localidades llenas de vecinos que regresan durante unos días del periodo estival o los turistas que acuden a conocer el interior de nuestra comunidad.

Como ocurre en esta localidad salmantina, miles y miles de pueblos de Castilla y León celebran la llegada del mes de agosto: "Ahora es la mejor época del año y ahora en verano pues es cuando se multiplica la población en todos los pueblos. Yo creo que en todos los pueblos de nuestra comunidad se multiplica porque vienen veraneantes, vienen turistas, vienen habitantes o ciudadanos que están fuera del pueblo durante el año y vienen a pasar las vacaciones, vienen a las fiestas. Por tanto, hay muchísima actividad. Yo creo que es la mejor época del año", explica Adolfo Sainz, presidente de CONFERCO, la Confederación Empresarial Regional de Comercio de Castilla y León.

Estos meses de verano y el inicio del otoño permite a muchos comercios 'hacer una caja' que, después, les permite aguantar durante el invierno cuando los pueblos pierden la mayor parte de su población: "Hay población, hay ganas de trabajar. Los pueblecitos, muchos de ellos, a lo mejor estos tres o cuatro meses de verano y los primeros de otoño son donde hacen caja para el resto del año. Es muy difícil mantener un comercio durante todo el año. Estamos diciendo que en verano y en otoño se trabaja bien, pero el resto del año hay que estar ahí con la puerta abierta desde las 10 de la mañana", indicen desde CONFERCO.

El comerciante rural, un "héroe"

Fuera de estos meses centrales del verano, los comerciantes rurales durante el invierno se tienen que enfrentar a numerosas dificultades: "Yo siempre digo que el comerciante de un pueblo pequeño es un héroe porque eso no es un negocio, es un acto social prácticamente", explica Adolfo Sainz.

Para la permanencia de estos comercios, desde CONFERCO reclaman a la Junta ayudas que permitan mantener estos negocios y que otros se puedan llegar a abrir: "La Junta de Castilla y León presenta una campaña de apoyo al comercio rural con una línea de subvenciones y de ayudas que creo que es vital para mantenimiento de este tipo de comercio en los pueblos, sobre todo en los pueblos más pequeños, porque en los pueblos grandes es más fácil que haya comercio. En los pueblecitos pequeños, como te digo, no es un comerciante, es prácticamente algo más, es un héroe que es capaz de abrir la puerta sabiendo que no va a vender casi nada", manifiesta el presidente de CONFERCO.

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Cheque Comercio Rural

La pasada semana la Junta ha presentado la iniciativa Cheque Comercio Rural para fomentar precisamente estos negocios. La idea se divide en varios ámbitos. En primer lugar, el Cheque Comercio Rural 'Apertura', con una cuantía de hasta 5.000 euros, va destinado a apoyar los gastos de inversión para la apertura de un nuevo establecimiento comercial en aquellos municipios de hasta 1.000 habitantes en los que no exista ningún otro comercio. Una ayuda económica que trata de impulsar el asentamiento de comercios en los casi mil municipios que carecen de este tipo de servicios en el conjunto de la Comunidad y en los que residen más de 85.000 castellanos y leoneses.

En segundo orden, el Cheque Comercio Rural 'Reforma', con una ayuda de hasta 2.000 euros para financiar las inversiones destinadas a la reforma de establecimientos comerciales, con el fin de modernizar o adaptar los locales. Este cheque está dirigido a los negocios situados en municipios de hasta 1.000 habitantes en los que exista un único establecimiento de comercio minorista.

Además, el Cheque Comercio Rural 'Vehículo', con una subvención de hasta 5.000 euros para la compra de vehículos destinados a la actividad comercial minorista de productos de carácter cotidiano. El propósito es apoyar las inversiones que se realicen para el reparto de productos de primera necesidad en las zonas más dispersas de Castilla y León. En este caso, la ayuda se dirige a actividades ejercidas en establecimientos comerciales de municipios de hasta 1.000 habitantes.

En cuarto orden, el Cheque Comercio Rural 'Permanencia', que tiene una cuantía de hasta 2.000 euros para financiar los gastos corrientes vinculados al mantenimiento y funcionamiento del establecimiento, apoyando la continuidad de los comercios ya existentes en los municipios de hasta 200 habitantes en los que existe una única tienda.

Por último, el Cheque Comercio Rural 'Centros de Ocio y Convivencia', por el que se conceden ayudas de hasta 3.000 euros por beneficiario, tiene por finalidad promover un servicio de abastecimiento comercial de productos básicos en aquellos municipios que carecen de comercio, a través de los centros de ocio y convivencia (como bares y cafeterías) ubicados en estos municipios. Se busca que estos espacios puedan convertirse, también, en pequeños puntos de venta de productos cotidianos, ampliando así su papel económico y social. Va dirigido a establecimientos ubicados en municipios y entidades locales menores de hasta 200 habitantes en los que no exista establecimiento comercial.