Lo que no se nombra no existe: Valladolid olvida a sus mujeres

Valladolid

Las calles de una ciudad conforman el eje vertebrador de nuestra vida diaria, las placas identitarias de los espacios por donde transitamos no dejan de representar a referentes de nuestra historia y de nuestra manera de vivir. Por ello y por la igualdad y equidad que supone, la mitad de la población debería aparecer representada de una manera mínimamente equitativa.

En Valladolid son 52 las alusiones femeninas en calles y plazas, frente a las más de 400 dedicadas a personajes masculinos. A lo largo de 1990, la ciudad vallisoletana experimentó sus primeros cambios al respecto, dando un giro muy lento en el que sobre todo iban apareciendo nomenclaturas de mujeres pertenecientes a la realeza, órdenes religiosas o de familias pudientes.

Eva Cano, experta en geografía con perspectiva de género y estudiosa de la misma en la ciudad vallisoletana, asegura que además de en los años noventa, también a lo largo de los últimos años, ya en el siglo XXI, hubo un avance muy significativo para este tardío giro histórico. Y es que en 2019, bajo el mandato del anterior alcalde vallisoletano, Óscar Puente, se hizo una de las primeras representaciones femeninas a nivel grupal, renombrando a una vía como la Calle 8 de Marzo.

La importancia de los movimientos sociales

La experta ha destacado la falta de referentes femeninos en la toponimia en Valladolid, al mismo tiempo que ha ensalzado los movimientos sociales y feministas como indispensables para la conquista de una equidad tan justa como lejana para las referentes vallisoletanas.

Además, la experta hace referencia a la falta de compromiso institucional, subrayando que los nombramientos y renombramientos relacionados con mujeres que van teniendo lugar en la ciudad nacen principalmente de la presión de asociaciones vecinales o feministas, así como de la movilización social que la ciudadanía impone.

Fuente Dorada, centro de reivindicaciones

Una de las reflexiones de la doctoranda es la relevancia de la movilización social en los nombres de los espacios que usamos como referencia para orientarnos a lo largo de nuestros días. Con ello, la geógrafa destaca la trayectoria reivindicativa de los y las vallisoletanas en las calles de la ciudad.

Lo ejemplifica con el caso del olivo de Fuente Dorada, donde los colectivos se concentran para proclamar sus reivindicaciones. Es el caso de los movimientos feministas el 8 de Marzo o el 25 de Noviembre, así como de las asociaciones que piden el fin del genocidio en Palestina, la reducción de la jornada laboral o una sanidad pública digna, entre otros.

Según la geógrafa, son estas cuestiones "en las que son las actuaciones y las vivencias de la propia ciudadanía las que marcan el lugar", las que tienen que tener en cuenta las instituciones en el nombramiento (en este caso renombramiento) de las plazas y calles de la ciudad.

Últimos avances

En los dos años que lleva de mandato, el actual alcalde de la ciudad, Jesús Julio Carnero, ha nombrado un total de 24 nuevas plazas y calles. De ellas, 17 llevan nombres propios, siendo 5 las renombradas con nombres de mujeres, lo que supone el 30% del total.

La comparación con el mandato del anterior alcalde de Valladolid, Óscar Puente, no sería justa porque este estuvo 8 años al frente del consistorio. En el periodo socialista también se puso nombre propio a 17 calles, aunque en este caso la distribución por sexo es diferente porque los nombramientos femeninos llegan al 60%.

El hecho de que las mujeres tengan tan poca representación en vías y lugares públicos provoca la lucha que durante décadas han llevado a cabo las diferentes asociaciones feministas de la ciudad. Impulsar nuevos espacios con nombre de mujer es algo más que un gesto simbólico, así lo ha expresado en la Cadena SER, Olga Hurtado, representante de la Coordinadora de Mujeres de Valladolid.