Finalizan los campamentos urbanos Don Bosco 2025 y el Campamento Rural TOSI con más de 800 participantes

Palencia

Los campamentos urbanos Campamuriel Don Bosco, en Villamuriel de Cerrato, y TOSI 2025, en Astudillo, han llegado a su fin tras un intenso verano de actividades, emociones y compromiso social. Más de 800 participantes, entre niños y jóvenes, han disfrutado durante los meses de junio y julio de una propuesta educativa centrada en el tiempo libre, el crecimiento personal y el acompañamiento comunitario.

Estas iniciativas, promovidas por la Asociación Centro Juvenil Don Bosco, han coincidido este año con un aniversario muy especial, los 100 años de presencia salesiana en Astudillo. Bajo el lema ¡En verano, de nuevo contigo!, la edición de 2025 ha contado con la implicación de más de 50 jóvenes voluntarios que, con entrega y creatividad, han contribuido a dinamizar la vida en sus pueblos y a ofrecer alternativas de ocio educativo de calidad.

Santiago Domínguez, coordinador de los campamentos y director de la Obra Salesiana en la provincia, ha enviado un mensaje a las familias en el que agradece su confianza. «Terminamos los cinco campamentos urbanos en Villamuriel de Cerrato y el Campamento Rural en Astudillo. Seis propuestas educativas que nos ayudan a crecer como pueblos, con unos valores desde el tiempo libre educativo con el corazón salesiano. Gracias a las familias por dejarnos a vuestros hijos, lo más valioso para vosotros», asegura.

En total, los participantes han compartido 250 horas de actividades, que se han traducido en más de 15.000 minutos de juegos, canciones, talleres, excursiones, reflexiones y convivencia. Todo ello ha sido posible gracias a la implicación del equipo de voluntariado y al respaldo de instituciones como los ayuntamientos de Villamuriel y Astudillo, la Diputación y el Consejo de la Juventud de Castilla y León.

El equipo organizador destaca que estas actividades no son solo una solución de conciliación familiar, sino verdaderas experiencias educativas. «El tiempo libre es un derecho de la infancia y la adolescencia, y el juego es su instrumento principal para crecer como personas, con valores, con los amigos y amigas, y con el mundo», recalca Santiago Domínguez, que pone el acento también en que «desde el estilo preventivo de Don Bosco, basado en el acompañamiento personal y el ambiente positivo, el equipo ha trabajado para que cada jornada fuera significativa».