Un millón de documentos para perderse en verano: así es la Biblioteca de Castilla y León

Valladolid

En una de las mejores escenas de 'Indiana Jones y la última cruzada' el arqueólogo más famoso de la historia de la ficción cinematográfica, maniatado junto a su padre, intenta despistar a los nazis que persiguen un diario que permite encontrar el paradero del Santo Grial. Les asegura que está en posesión de Marcus Brody, uno de sus mejores amigos y jefe del doctor Jones (junior) en la universidad en la que da clases. Les ha asegurado que Brody es un erudito políglota, un hombre de mundo capaz de mimetizarse en cualquier ciudad del planeta. Pero cuando el personaje interpretado por Sean Connery interpela a su retoño en el celuloide, sorprendido porque él también conoce a Brody, la respuesta deja un chiste recordado por los cinéfilos: "Marcus se perdió una vez en su propio museo".

Un museo es, en verdad, un sitio estupendo para perderse. También lo es una biblioteca. Y más aún, en verano. Según datos del Ministerio de Cultura en 2000 había registradas más de mediio millar en Castilla y León. Ahora son unas 300. Tocamos a una por cada 8.000 habitantes. En Valladolid, en la Plaza de la Trinidad, está la Bibioteca de Castilla y León. Alberga casi un millón de documentos en casi todos los formatos imaginables.

Su director, José Manuel Lorenzo, ha explicado, en el transcurso de una entrevista emitida en 'Hoy por Hoy Valladolid' que en la época de las redes sociales, la información acelerada y los períodos de atención acortándose de manera forzada, estos espacios consagrados al conocimiento tienen "mucho futuro".

Lorenzo cree que una de las grandes ventajas es que "con total libertad" y "sin dar explicaciones a nadie" quienes están en posesión del correspondiente carnet pueden consultar y retirar libros, películas, consultar revistas...las posibilidades son casi innumerables a lo que hay sumar la programación cultural que organizan y que está dirigida a diferentes públcos, como los niños y jóvenes.

Si el vídeo no mató a la radio, el libro digital tampoco ha acabado con el formato tradicional. Es, dice Lorenzo, un "complemento" que resulta "especialmente útil" en determinadas situaciones, por ejemplo "en el medio rural".

La pandemia, la semanas de confinamiento, fueron los peores momentos también para las bibliotecas. Pero recuperada la normalidad, han vuelto a ser un lugar de visita habitual para miles de usuarios.

Lorenzo también ha explicado cómo se abastecen de material, una tarea "complicada" dado el "elevadísimo" número de novedades editoriales que cada año pasan a engordar el mercado editorial.