Castilla y León lucha contra 15 incendios forestales: el de Las Médulas mantiene a 700 vecinos desalojados y se complica el de Zamora por el viento
El Consejero de Medio Ambiente de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha afirmado que la responsabilidad recae en la "actuación de pirómanos"
Son más de 700 las personas que han tenido que abandonar sus viviendas a causa de los incendios. / Ana F Barredo (EFE)
Madrid
Castilla y León continúa luchando contra una devastadora oleada de incendios forestales, con 13 activos en este momento, de los cuales cuatro están declarados de nivel 2 en el Índice de Gravedad Potencial (IGR), y el más grave afecta al espacio natural de Las Médulas, catalogado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, con más de 700 vecinos desalojados.
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El dispositivo actual está conformado por 24 medios terrestres y aéreos, con 2 técnicos y 7 agentes medioambientales; cinco cuadrillas terrestres, una autobomba, un bulldozder y 4 cuadrillas helitransportadas; un medio aéreo y otros 3 recursos de extinción. El operativo desde el sábado ha alcanzado los 56 medios.
El de Yeres es uno de los tres incendios de nivel 2 que se mantienen activos en Castilla y León, junto con el de Llamas de Cabrera, también en León, con 24 medios movilizados en estos momentos: cuatro técnicos y cuatro agentes medioambientales; siete cuadrillas terrestres, cuatro autobombas, un bulldozer, dos helitransportadas y otros dos recursos de extinción.
Los incendios forestales de Molezuelas de la Carballeda y Puercas, en Zamora, han obligado a evacuar este lunes a cuatro poblaciones amenazadas por las llamas y el humo y se mantienen ambos en máximo nivel de gravedad. En el incendio declarado esta tarde en Puercas, en la comarca de Aliste, ha sido necesario evacuar tanto a la localidad en la que se iniciaron las llamas como a la vecina de San Martín de Tábara y permanece además cortada la carretera ZA-P-2433 entre Puercas y Ferreruela de Tábara.
Por su parte, el incendio forestal de Molezuelas de la Carballeda que mantiene desde el domingo en vilo a varias localidades del norte de la provincia, ha sido necesario evacuar a última hora de esta tarde las localidades de Villageriz y Alcubilla de Nogales. Además, ese incendio mantiene cortada la carretera ZA-P-2554 entre Congosta y Ayoó de Vidriales, aunque se ha reabierto el tramo de esa carretera provincial entre Congosta y Cubo de Benavente.
El fuego se ha reactivado a lo largo de esta jornada en algunos focos del perímetro del incendio que había logrado acotarse por la noche tras la actuación de los retenes de maquinaria y las cuadrillas nocturnas. El incendio, según las primeras estimaciones, afecta a un área de unas 3.500 hectáreas de monte bajo, matorral, arbolado de roble y terrenos de cultivo del norte de la provincia de Zamora y ha llegado a traspasar la frontera provincial con León.
El incendio de Paradiña se eleva a nivel 2
Además, se ha elevado a nivel 2 el incendio declarado ayer por la tarde en Paradiña, también en León, por una amenaza seria a poblaciones, que exija medidas de socorro de la población o protección de bienes, según ha informado la Junta de Castilla y León a través de redes sociales.
Los dos incendios de León mantiene desalojados a alrededor de 700 vecinos, de las localidades de Yeres, Voces, Carucedo, Orellán, Llamas de Cabrera y Santalavilla, mientras que el fuego de Zamora ha desalojado a 850 habitantes de cuatro localidades, pero en este caso ya han podido regresar a sus domicilios.
Fina Gómez, propietaria de un Hotel en Las Médulas
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Cuatro fuegos de nivel 1
El operativo trabaja también en otros cuatro incendios declarados de nivel 1, dos de ellos en León: Orallo y Fasgar; uno más en Palencia, en Resoba, en la Montaña Palentina; y en Ávila en el fuego de San Bartolomé de Pinares, declarado el viernes, ya estabilizado, pero que ha quemado 700 hectáreas y obligó a desalojar a 1.500 vecinos de dos zonas de Las Navas del Marqués.
Además, en Castilla y León hay activos aunque en nivel cero otros siete incendios: en Anllares del Sil, Cabañas de la Dornilla y Villavieja, en León; en Arévalo y Puente Nueva, en Ávila; en Entrepeñas (Zamora); y en Carbajosa de la Sagrada, en Salamanca. Y son una decena los que están controlados, pero con efectivos pendientes, entre ellos, el que atacó el pasado 28 de julio al Barranco de las Cinco Villas de Ávila.
Castilla y León remarca que no hay pérdidas humanas
Juan Carlos Suárez-Quiñones también remarcó que no hay que lamentar pérdidas humanas, salvo cuatro heridos leves, dos del operativo antiincendios, uno con quemaduras y otro por una indisposición por las altas temperaturas, y dos vecinos con quemaduras leves. El consejero ha pedido la colaboración ciudadanía para identificar a los responsables y ha pedido prudencia hasta que desaparezcan, principalmente, las causas meteorológicas que han provocado también los incendios.
Desde la Junta de Castilla y León, señalan a los pirómanos como responsables de los fuegos, que han causado gran devastación en la comunidad. "Actuación de pirómanos y personas que, voluntariamente, está causando un importante daño", decía el Consejero de Medio Ambiente de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, en una comparecencia ante los medios en la que ha hecho balance de la situación. Unas actuaciones que ha tildado de "terrorismo ambiental".
Suárez-Quiñones ha asegurado que todos los daños materiales, públicos y privados, van a ser cubiertos por la Junta de Castilla de forma "rápida y generosa". Las primeras decisiones sobre las compensaciones se llevarán a cabo en las últimas semanas de agosto y primera de septiembre. "La Junta está y va a estar ahí", ha insistido, recordando que quedará cubierto todo aquello que no cubran los seguros. En el caso de los daños en el medio natural, ha insistido en que se va a trabajar en su restauración.
Ha insistido, también, que la meteorología, la orografía y la concentración incendios en la zona dificultan las labores de extinción. Un dispositivo de más de 500 efectivos actúa en estos cuatro incendios, entre los que se encuentran una veintena de medios aéreos, 14 bulldozers y 23 autobombas. En Las Médulas, concretamente, se esperan rachas de viento de hasta 40 kilómetros, lo que complicaría las labores de extinción.
