El balance de Javier Ajenjo de Sonorama Ribera 2025: "Daba igual la hora, veías a la gente feliz"

Aranda de Duero

Aún a muchos les dura la resaca emocional después del Sonorama Ribera. Lo que en redes sociales, popularmente, se ha trasladado con una acepción: el Sonodrama. Y un poco así, aunque también con cansancio físico por el esfuerzo de cinco días frenéticos, se encuentra el director del festival, Javier Ajenjo, que este miércoles se ha pasado por los estudios de la SER para hacer balance de la 28 edición, entre que ya se piensa en la próxima, para la que ha explicado ya hay casi un 50% del cartel perfilado. "Hay que empezar a trabajar cuanto antes para que las fechas no estén ocupadas. Se va trabajando cada vez antes y con retos por delante, como Uruguay, México... Trabajamos para demostrar el talento arandino. A veces se nos olvidan esas empresas de aquí que generan puestos de trabajo. Nosotros tenemos a 25 personas todo el año, y que generan otros proyectos. Y eso da un incentivo, de mejorar, ir a otros sitios, y enseñarnos mucho", especifica.

Un festival único, que mantiene esencia

Lo que ha quedado claro en todo este tiempo, y de nuevo en la 28 edición, es que Sonorama es diferente, y diferencial. "Este festival se hace con ingredientes, valores, y una forma que no tiene que ver con una empresa al uso o con otros festivales. Creemos que ha sido el Sonorama más extraño porque nos ha faltado gente, pero lo que parecía tristeza, nos ha dado energía y felicidad. Era increíble dar un paseo a las 7, a las 11 o a las 3. Veías a la gente feliz. En un recinto que cada vez vemos más. Que va a ser un parque maravilloso para todos los arandinos. Y que cada vez controlamos más", iniciaba Ajenjo.

"Esto tiene que ver con el amor por la música, el sitio donde has nacido, vives y donde has decidido quedarte a luchar con mucha gente. Esto se transmite de una forma natural. Y aunque parezca gigantesco, tiene la esencia de un festival pequeño. En tamaño no tendría sentido crecer más. Y ha sido complicado este año. Sacar 7 millones de presupuesto con menos de 3 de entradas, y tener que parar de vender entradas semanas antes, no es fácil. Eso y no depender de ayudas públicas, aunque son bienvenidas. De hecho, hemos aumentado presupuesto con menos ayudas", reconocía el director.

Música

A nivel musical, Sonorama Ribera destaca por ser ecléctico, intergeneracional. Y con una juventud creciente. "Los jóvenes han conquistado el festival. El 70% del público tiene menos de 35 años. Hay que escuchar, dar oportunidades. Hay centenares de chavales que trabajan en Sonorama. Hay orgullo en los chavales de Aranda, que tratan de transmitir las emociones que han vivido cuando vuelven donde están", indica Javier Ajenjo, poniendo también en valor la crítica constructiva, las aportaciones de quienes viven el festival desde fuera.

Con medio millón de euros en conciertos gratis y una inversión que se plantará en breve en El Picón en los dos millones de euros, el director de este evento que posiciona a Aranda en el mapa musical y mediático cree que lo importante "son los 360 días restantes", donde quienes han conocido el festival pasan a conocer y probar la ciudad. "Esto no es economía de impacto, sino circular. En Aranda y en los pueblos", con empresas que "se han generado este año a raíz del festival", lo que otorga "un valor intangible".

ADN arandino

Aunque es imposible no recordar los grandes conciertos de Arde Bogotá, Viva Suecia o La Raíz entre otros muchos, Ajenjo ha querido fijar su mirada en el talento de la tierra, que para él, es "lo más importante". "Volvemos a olvidarnos muchas veces de dónde venimos. Que Barry haya sido cabeza de cartel, que fuera a dar un beso a sus padres en medio de la gente, no se explica. No tiene explicación. Miles de personas cantando sus canciones. Que al Nido le cantaran 'escenario principal'. Que Gara Durán diera otro pasito. Que haya bandas de Aranda como Histeria, Kalas y Legend... He ido a verlas un ratito. Y nos hace sentirnos orgullosos. Todos han sentido suyo este festival y eso es muy importante", explica.

El recuerdo de los que 'siguen estando'

Con la vista en grandes sorpresas para el año próximo, y en seguir "mejorando el espacio y creciendo pero de forma humana con accesibilidad, inclusión y sostenibilidad", el director de Sonorama Ribera ha dado las gracias a todo el gran equipo que conforma esta ciudad. Un equipo en el que, de alguna forma, seguirán estando Tara, Moncho y Rubén. "Es una suerte haber tenido preparado Villa Tara para poder comer y estar juntos, y ese es nuestro premio. Las cosas pequeñas, que tienen que ver con nosotros, la gente que te acompaña, esos momentos han sido especiales", sentencia el director de un festival que ha dado ejemplo. Ejemplo del significado de la palabra amistad. Del recuerdo, cariño y el amor que han convertido en cabezas de cartel a esa gente, a esos amigos, que han ayudado a elevar al estrellato a Sonorama Ribera. Un festival que, como aquellos que ya no están, brilla desde lo más alto.

La entrevista al completo con Javier Ajenjo puede reproducirse en el audio superior.