El fuego devasta varias viviendas de Cansoles y cerca a Guardo
Las llamas no dan tregua y dañan el pinar de Mantinos
Aspecto que presentaba anoche Guardo / Cadena SER
Palencia
El fuego avanza imparable. Cerca a Guardo y en el camino arrasa hasta 17 viviendas en San Pedro de Cansoles, según publica El Norte de Castilla.
El incendio declarado en Canalejas, en el municipio leonés de Almanza, cruzó el límite provincial y arrasó 6.100 hectáreas en horas, el equivalente a tres veces la superficie de la capital de la provincia.
Después de obligar a desalojar a los vecinos de San Pedro de Cansoles en la noche del sábado al domingo -a la que no saben si podrán volver, ya que durante la tarde de ayer las llamas entraron en la localidad y quemaron varias casas-, exigió realojar también a los 201 habitantes de Villalba de Guardo, los 171 de Fresno del Río y los 145 de Mantinos «por precaución», apuntaron fuentes del Cecopi provincial, según recuerda Diario Palentino.
En total, 164 personas fueron trasladadas al pabellón de Saldaña de las cuales, 130 hicieron noche, otra treintena más acudió solo a cenar, ya que pernoctaban en casas de familiares, amigos o segundas residencias, y cuatro fueron derivadas a residenciass de mayores. Además, a los vecinos de San Pedro, que ya pasaron una noche en el pabellón de Guardo, se les buscó alojamiento en hoteles.
También se evacuaron varias viviendas aisladas en la zona del Cristo de la villa guardense, mientras que, pasadas las 15,30 horas, se ordenó a los 5.548 habitantes de la villa minera que permaneciesen confinados mientras eran rodeados por el humo y las comunicaciones terrestres quedaban cortadas. La CL-615 y la CL-626 estuvieron cerradas y el tren hacia León suspendido, lo que convirtió a Guardo en una localidad prácticamente aislada.
Según avanzaba la tarde, la situación se volvió más delicada, ya que las llamas llegaron al polígono de Campondón. Allí brigadas de refuerzo, bomberos y la UME trabajaron a contrarreloj con cortafuegos y limpiezas de perímetro para defender industrias, una gasolinera y la caseta de distribución de un gaseoducto soterrado. La carretera CL-626 actuó como línea de contención pero la tensión era evidente porque existía el peligro de que el fuego alcanzase los robledales que rodean el casco urbano.
