La privatización de la residencia fractura al gobierno municipal en Fariza

Bronco pleno el que se ha vivido este viernes en Fariza de Sayago a raíz de la privatización de la residencia municipal que ha pasado a manos de la empresa Niño Jesús S.L. por un canon de 500 euros al mes, lo que ha provocado que dos concejales hayan abandonado el equipo de gobierno que dirige el socialista Manuel Ramos y junto a los dos concejales del PP han solicitado un pleno extraordinario para retirar las competencias plenarias que el alcalde recibió en 2023 para la gestión de la residencia.

Una sesión plenaria que desde el minuto uno ha sido lisérgica, con una tensión fuera de lo habitual en los plenos de otros municipios y a la que han acudido más de 50 vecinos y trabajadores de la residencia, que han asistido entre la sorpresa y la indignación a lo que se ha vivido en la casa consistorial de Fariza. Poco o nada ha quedado claro, más allá de que todos los puntos han sido aprobados, entre ellos la retirada de las competencias plenarias delegadas a la alcaldía sobre la gestión de la residencia. Un punto que ha salido adelante incluso con el voto a favor del alcalde, Manuel Ramos, que ha mantenido un careo de tintes muy feos con María José Silvo, concejala del PP. También ha sido sorprendente la actitud de la secretaria, que también ha tenido momentos de tensión con los concejales populares e, incluso, ha interrumpido a los concejales en el turno de palabra. Un turno que se podría decir que no ha existido, ha sido un maremágnum de gritos, reproches y conminaciones de muy malos modos por parte del alcalde. Un pleno donde se han dado por aprobados puntos sin votar, sin levantar la mano, aceptados por la secretaria sin que se hayan respetado los turnos de palabra, de réplica y contrarréplica. Llevado con mano de hierro por el alcalde y donde los concejales se han intentado hacer entender a gritos.

Los concejales del PSOE que han abandonado al alcalde a raíz de la privatización de la residencia, que ya está en manos de la empresa Niño Jesús desde mayo, reprocharon al alcalde que no les informase en esas 16 reuniones que habría mantenido con los nuevos adjudicatarios de la gestión de la residencia. Manuel Guerra, edil del PSOE, le reprochaba que despidiera y contratase directores sin justificación alguna y criticaban su falta de transparencia para con sus propios concejales.

Gritos, reproches, diálogos inconexos, saltos de tema, que finalizaban con Manuel Ramos, alcalde de Fariza, contestando a las preguntas que le hacían los concejales con frases como "eso no es así" o "eso ahora no toca" con la consecuente reacción del público, muy contrario a las explicaciones del Alcalde.

Especialmente activas han sido las trabajadoras de la residencia, que critican que durante estos años el alcalde las ha tratado con autoridad, obligándolas a ir a los sindicatos, y defienden que la nueva gestión ha mejorado sus condiciones de trabajo, pero como vecinas de la localidad están en contra de la privatización porque la residencia, que el alcalde dice que da pérdidas de 30.000 euros y que la oposición defiende que da superávit de 10.000 euros, se creó con la intención de ser pública y revertir en el municipio.