Victoria Gómez: una vida de lana y ganchillo
Con pasado y presente en Gumiel de Mercado y Aranda, ha impulsado una decoración muy especial en su pueblo. Pero sin duda, lo que más destaca es su corazón y humanidad, que ha quedado de manifiesto en nuestro Viaje por la Memoria

Victoria Gómez: una vida de lana y ganchillo
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Ribera del Duero
Hace ya unos cuantos años, nunca demasiados, Josefa, Pili, Felisa, Emilia y quizá Justina salían las tardes de verano y las soleadas de primavera y otoño a hacer labor a la calle. Elegían bien el lugar según la hora, el sol y el viento; una veces al solano y siempre resguardadas del cierzo y del regañón. Sacaban de casa la silla con su cojín de ganchillo y la cesta con la labor. Y allí mientras conversaban amablemente de lo mundano y local cosían, zurcían, remendaban o simplemente hacían ganchillo. Ese ganchillo que después luciría el embozo de las sábanas, los flecos de las toallas o que se colocarían sobre mesas, mesillas y cómodas para servir de base a los recuerdos acumulados y a las fotos de familia. Y así en cada rincón, en cada calle, en cada barrio, en cada pueblo. Hoy esas costumbres resultan más extrañas de encontrar, pero afortunadamente hay personas que promueven la labor conjunta con un fin determinado.
Ahora es fácil ver en esta nuestra Castilla como numerosos pueblos engalanan sus calles para las fiestas patronales y funciones con banderines y otras geometrías de ganchillo hechas al calor de las estufas y del alborozo del encuentro de la vecindad. Nuestra invitada de hoy tiene mucha culpa de que esta iniciativa tenga lugar en no pocos pueblos. Ella ha sido capaz de unir manos y labores en el objetivo de adornar cada rincón del pueblo para festejar y poner color a la alegría. Hoy conversamos con quien durante toda una vida abasteció las casas de madejas de lana e hilos para tejer y que ahora con otros tiempos anima y asesora en la construcción de una escenografía festiva para presumir de pueblo. Conversamos con VICTORIA GÓMEZ OVEJERO.
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La vida en Gumiel, la escuela en la calle
Tras esta introducción de Ausen Frutos, saludamos a quien ha promovido con su labor y coordinación, que los adornos de ganchillo sean cada vez más comunes en el medio rural. "Se ha inculcado ya en muchos pueblos. Sobre todo por aquí alrededor, pero también en otras provincias. Ahora, lo de Gumiel espectacular. Hay espirales, mandalas impresionantes, y unos arcos de piedra en la entrada donde hemos hecho la forma del arco con esos mandalas. Hemos sido 65 mujeres, de todas las edades, trabajando casi un año en esto", explica Gómez, quien revela que ayudó hace años a hacerlo en La Aguilera "porque la niña que iba a ser la reina lo había visto en Gumiel de Izán y me lo pidió".

La boda. Ella y su hermano Víctor / Imagen facilitada

La boda. Ella y su hermano Víctor / Imagen facilitada
Victoria recuerda mucho a Alejandra, su madre, cosiendo en la calle. Ese fue el lugar donde aprendió. "Me quedé a los 11 años sin madre. Estaba con mi hermano, y con mi padre. Aprendí a coser, a hacer punto, con el canastillo y con las mujeres en la calle, que era una escuela de todo. Escuela es cuando no te queda otra que aprender. Al final, eso era como una familia, y al ser una niña, que empecé con seis o siete años, me ayudaban mucho", recuerda con mucho cariño. "La jornada empezaba al salir de la escuela. Como no nos ponían deberes, ya era libertad. Ibas a por pan, y nos íbamos a la era a contar los cuentos. Y llegábamos casi de noche a casa", añade, antes de emocionarse, al explicar cómo al quedarse sin madre, su vida cambió plenamente, acogiendo una mayor madurez.

En un viaje en pareja / imagen facilitada

En un viaje en pareja / imagen facilitada
Con emoción también recuerda el papel de su padre. Y aquellos años de conflictos por la guerra, donde existía el miedo. "Nos quedamos solos mi hermano y yo, cuando mi padre iba al campo a trabajar, y nos decía que teníamos que traer agua. Por la noche, íbamos con el candil, cantando y tiritando de miedo. Si de repente sonaba algo, perdíamos el culo para abajo. Ahora mismo eso es imposible imaginarlo", refleja. Tampoco fue fácil, dice, el noviazgo y el matrimonio con un gomellano. Aunque pronto se mudaron a Aranda. En el 57. "Era un pueblo, aunque un poco grande. Y por mediación de una amistad encontramos una habitación en San Juan. En una casa y una familia que ya no nos dejó marchar; se creó un vínculo muy bonito. Aún hablamos, todos los días", dice, nuevamente con emoción.

Con su padre Tomás / imagen facilitada

Con su padre Tomás / imagen facilitada
De lanas
Ya en Aranda, Victoria regentó un negocio de lana, Phildar, que primeramente estuvo en Santa Catalina, allá por el 80. "Como mi marido no estaba al tenerse que ir por trabajo, no me reñía. Metíamos la lana debajo de la cama para que no se enterara. Y se me llenaba la casa de mujeres para aprender a hacer punto. Como ya no se podía continuar porque luego ya vino mi marido, pusimos esa primera tienda, y casi en un desierto. Todas las noches me quedaba para llenar los huecos. Fue todo un éxito. Y en un par de años nos vinimos a la Plaza del Trigo, porque ya vieron que con el éxito que teníamos, no quedaba otra", recuerda. Allí, en la tienda, creó otra gran familia, con trabajadoras como Marta.

En la tienda con Marta, fiel trabajadora / imagen facilitada

En la tienda con Marta, fiel trabajadora / imagen facilitada
Victoria también destaca los poemas de su hermana, que le llenan de emoción. Pero después de toda esta historia de vida, ¿qué le queda por hacer? "Lo que hemos hecho este año -ganchillo- lo pensé de repente, y ha sido un proyecto extraordinario. Yo creo que aún puedo hacer más cosas", explica.
Pero la mejor forma de cerrar la conversación es con María Jesús, su hija. "Me emociona pensar en su vida, el ejemplo tan grande y bonito que nos ha dado a todos las que le conocemos. Tiene una categoría humana increíble, y un saber estar... Un darse a los demás de forma tan grande, que la gente en cinco minutos sabe cómo es. Sus amigas no son de ir a tomar el café. Son de corazón", sentencia, reflejando con emoción, lo que implica tener una Victoria en tu vida.
Este viaje por la memoria al completo, con Valentín García y Ausen Frutos, puede reproducirse en el audio superior.

Jorge Alvarado
Periodista. Responsable Digital de la SER en Aranda. Presentador de Hoy por Hoy Peñafiel y El Banquillo...




