La campaña arqueológica en los Arcos de San Juan de Duero saca a la luz elementos hasta ahora desconocidos

El hallazgo de un pozo del que no se tenía constancia y los incidios que hacen sospechar de un asentamiento anterior, son algunas de las conclusiones preliminares de los trabajos de excacación que se prolongarán durante cuatro meses. Incluyen la excavación de cuatro catas y la toma de muestras para analizar, documentar y datar el sistema de cimentación del claustro. El objetivo último es determinar las actuaciones más adecuadas para su conservación y protección a largo plazo.

Marian Arlegui, directora del Museo Numantino, ha recordado que la instalación ha contado siempre con problemas de humedad debido a su cercanía al río Duero, "es lo que ha llevado a la necesidad de intervenir con la puesta en marcha de este proyecto tan singular".

El diagnóstico de las patologías del monumento ha sido precisamente el punto de partida del proyecto. Los Arcos de San Juan de Duero datan del siglo XII cuando de instala la Orden de los Hospitalarios de Jerusalen que construye allí su templo. A mediados del XVII inicia su declive y en el XVIII se abandona definitivamete.

Se perdieron a partir de ahí los suelos y las cubiertas, lo que ha contribuido a la aparición de humedades. Juan José Gordón, jefe del Servicio de Arqueología del IPCE y director técnico del proyecto arqueológico de San Juan de Duero, explicaba que ya anteriormente "se instaló una capa aislante para evitar la subida de las humedades por el muro, por tanto, es una realidad que siempre ha existido"

De ahí la puesta en marcha de este proyecto de rehabilitaicón que comenzó en el año 2024 con una invesión cercana a los 60.000 euros, "se hizo una primera intervención con técnicas no invasivas, se hizo una radiografía del subsuelo, lo que nos ha permitido diseñar, con una precisión quirúrgica, los trabajos de excavación".

Los trabajos ya están dando sus primeros resultados con hallazgos asombrosos, "nos están apareciendo indicios de que pudo haber ocupación en los niveles inferiores antes de la cimentaión del claustro", apunta Gordón.

Asentamientos anteriores y elementos de cuya presencia no había constancia, "un pozo que permanecía en una ubicación extraña, en un lateral, estamos investigando si es coetaneo al monasterio o de una época posterior".

Todo son conclusiones preliminares sobre las que se está trabajando pero que dan un indicio de que este proyecto de rehabilitación podría escribir un nuevo capítulo de la historia del monumento.