Veintiséis niños ciegos comienzan el curso escolar en la provincia de Ávila

Ávila

El regreso a las aulas de este lunes 8 de septiembre para los alumnos de infantil y primaria y el próximo día 15 para los de secundaria y bachillerato supone también el inicio del curso para los 26 alumnos ciegos o con discapacidad visual grave matriculados en centros de enseñanza de nuestra provincia.

En toda España son 7.250 los estudiantes invidentes, de ellos 359 en Castilla y León. En Ávila estos alumnos cuentan con el apoyo de dos profesores, uno aportado desde la Junta de Castilla y León y el otro desde la Organización Nacional de Ciegos, ONCE.

En el programa Hoy por Hoy Ávila hemos conocido la experiencia de Lucía Peña, una joven de Las Navas del Marqués, ciega de nacimiento y que la semana que viene comenzará 4º de ESO y la de Lola González, profesora de apoyo, perteneciente a la ONCE y que tras más de 30 años de experiencia, se jubilará al finalizar el curso.

"Es muy importante aceptar las diferencias de los demás. Es algo que se tiene que normalizar por parte de todos. Yo tengo el ordenador como apoyo en el aula, como otro compañero puede tener un boli negro en lugar de uno azul. Se trata de normalizar las situaciones, que todos tenemos diferencias y cada uno accede a las cosas de una manera" dice con gran madurez Lucía Peña.

En las clases, los alumnos invidentes tienen una máquina Perkins, para poder escribir en braille, una línea braille que se conecta al ordenador, el propio ordenador y los libros en braille. Dice Lucía que sus compañeros ya se han acostumbrado a verla en el aula con todo este material y que cuando viene alguno nuevo, le explica el funcionamiento y la finalidad de cada uno.

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En el caso de los alumnos con algún resto de visión, lo que se utilizan son materiales que aumenten el tamaño de las pantallas de apoyo para facilitar la visión de los libros de textos y del resto del material escolar.

Estos alumnos acuden a las mismas aulas que los que no tienen problemas de visión. "Cualquier niño lo que tiene que aprender son unas estrategias, a lo mejor distintas, para la consecución de los mismos objetivos. Los contenidos no se adaptan, los objetivos tampoco. Y ahí es donde entramos los profesores especialistas" dice Lola González.

Para ello, estos maestros están en clase con los propios alumnos, "apoyándoles en el aula, pero también trabajando con el profesorado, dándoles asesoramiento y formación y ocupándonos también de las adaptaciones de material que necesitan estos alumnos. También trabajamos el ajuste a la discapacidad, para que estos niños y niñas conozcan sus limitaciones, pero también el montón de posibilidades que tienen y llevar al alumno al punto máximo que su capacidad pueda dar" añade la profesora

Una labor para la que tienen que repartir su tiempo: son 26 alumnos y dos profesoras. "Tenemos marcadas prioridades. Para el seguimiento de las clases no todos los alumnos tienen las mismas dificultades y esto tiene mucho que ver con la pérdida de visión, con el momento en que se haya producido y con los momentos sociales y familiares"

Y es que esa intervención la realizan también con las familias y con el centro, no solo con formar a los profesores, sino también sensibilizar a los compañeros. "Son prioritarios los niños pequeñitos y los que no tienen resto de visión como Lucía. Pero es un trabajo de largo recorrido. Lo que hacemos es ir dotando al alumno de competencia y de autonomía"

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En el caso de Lucía, que lleva con Lola desde que era un bebé y va a comenzar 4º de la ESO, su labor se centra en las matemáticas para las que utiliza una nueva herramienta llamada Edico, un editor matemático que saca los datos en braille para la persona ciega pero en vista para el profesor y los otros alumnos.

"En clase de matemáticas, yo me pongo junto a ella. Pero en el resto de materias ella es autónoma" señala Lola de una alumna que siempre ha logrado buenas notas.

Esta profesora está iniciando su último curso, ya que se jubilará cuando finalice, tras 36 cursos apoyando a personas invidentes. Años que han supuesto un importante cambio, como la integración de los alumnos con discapacidad en el sistema educativo normalizado, con el resto de chicos y chicas sin discapacidad.

Un cambio de profesora que supondrá también un nuevo reto para Lucía, que durante toda su vida estudiantil ha tenido a Lola como profesora de apoyo. "Yo creo que también está bien ver la forma de trabajar de otras personas. Y además a Lola la voy a tener ahí para lo que necesite" dice, mientras Lola asiente.

Un nuevo curso para 23.717 alumnos en todos los ciclos y 2.381 docentes. De ellos, 26 son alumnos ciegos o con discapacidad visual grave y dos profesores. Todos en los mismos centros, con los mismos libros, los mismos exámenes y los mismos deberes. Y con las mismas esperanzas e inquietudes. Los resultados de unos y otros, dependerán de su esfuerzo.

La entrevista completa con Lucía y Lola se puede escuchar pinchando el play en la fotografía que encabeza esta pieza.