La vendimia de las incógnitas: cómo impactará la meteorología pasada y la de las próximas semanas

Ribera del Duero

El pasado 28 de agosto entró en bodega el primer racimo de uvas de la vendimia 2025 en la Ribera, pero no será hasta mediados de la próxima semana cuando se pueda hablar del inicio generalizado de la vendimia. Una recolección que este año se presenta con más incógnitas que nunca y también con una única certeza: será una de las cosechas de uva más alargadas de las que se ha vivido en la Ribera. Si ya es habitual la diversidad en un territorio que se extiende a lo largo de casi 115 kilómetros de este a oeste y cuyos viñedo está situado a alturas que van desde los 730 a los 1.100 metros, este año hay que sumar el impacto de las incidencias meteorológicas de primavera y la aparición de brotes de mildiu en alguna parcela. A todo ello hay que añadir la incertidumbre de todos los años por estas fechas, porque, como explica Alberto Tobes, director de viticultura y enología del Consejo Regulador, en la entrevista adjunta a esta noticia, "a la uva le quedan muchas noches de dormir al raso y pueden pasar muchas cosas."

Por todo ello, más que en otras temporadas, este año será fundamental la decisión que tome cada enólogo o viticultor sobre el momento de comenzar a vendimiar cada parcela.

Sobre el terreno, los propietarios de cultivos que esquivaron los pedriscos y el mildiu hablan de una cosecha de excepcional calidad.

A la diversidad se suma, como cada año, las vicisitudes de la meteorología en este último tramo antes de recoger el fruto, un momento en el que lo más importante es tomar una buena decisión sobre el momento de vendimia cada parcela, apoyándose en la vigilancia del fruto y en las previsiones meteorológicas.