El Tubos Aranda prende la fiesta

Aranda de Duero

El balonmano y el ambiente de las grandes citas volvían de la mano este domingo al Santiago Manguán. Repletas las gradas en el debut oficial del Tubos Aranda, con recibimiento previo a los jugadores y con la emoción y la añoranza de un deporte que ya está de vuelta, aunque con las habituales imprecisiones (muchas) de equipos a los que les falta rodaje. Y quien mejor se adaptara, se llevaría el gato al agua. Fue el Tubos Aranda. Con un crecimiento impresionante sobre el partido.

Primeros minutos marcados por esos fallos de inicio de temporada lógicos en ambos equipos. Pero con una defensa férrea que parece vuelve a ser seña de identidad del Tubos Aranda. Eso y un Pau Guitart que comenzó el partido como si en su caso el verano no hubiera pasado por él. Recital. Eso y un descarado Mateo Arias que firmó los primeros tantos para los amarillos. Sumado a Rogonovs, la fiesta en el Santiago Manguán se acrecentaba (4-2). Se dieron paso después a minutos de ambos con más imprecisiones y errores, con Nava mostrando también mucho músculo en defensa y aprovechando la insistencia para darle la vuelta (4-5).

El Tubos estaba cayendo en lo sencillo, pero se levantó con los goles de Mateo (otra vez) y el capitán Megías. Se sumó Don Alberto en un marcador cortísimo con apenas 20 minutos (7-5). Pero la escuadra segoviana supo rehacerse para remontar (8-9) en el siguiente parcial, y Javi Márquez pidió tiempo muerto. No terminó de funcionar porque Patotski quiso ser protagonista y le dio alas a los de Senovilla (9-11). Quedaban dos minutos y nuevamente (y como el año pasado) en los peores momentos es donde este equipo saca fuerza. Tanta como para igualar con Arthur Pereira al mando. 11-11 y a vestuarios. Todo por decidir.

Como un equipo de remo

Segunda parte nuevamente con protagonismo para las defensas pero con un Aranda venido a más, que volvía a comandar el marcador, y con Mateo Arias de MVP. Los extremos apenas estaban teniendo cuota de protagonismo pero él siempre estaba en las contras. Se distanció levemente el cuadro ribereño (17-14) y hubo amago de romper un partido que, tras el tiempo muerto de Senovilla, dejó a Nava otra vez subido a la espalda (17-16). Pau apareció para sostener el triunfo momentáneo y David desde la retaguardia echaba el cable.

Los de Márquez buscaron de forma constante tomar ventaja de un rival que seguía metido en partido. El marcador era muy cerrado. Y Nava no cedía. Pero la fortaleza defensiva de Aranda, al límite pero certera, más el robo de Pinillos y el 23-20 sentaban precedente. Tiempo muerto de los naveros y Pau excelso de nuevo. Pudo ir a cuatro la diferencia pero Patotski adivinó el siete metros a Kiko Pereira. Pero llegó el éxtasis igualmente.

Y cómo explicarlo. La máquina cogió ritmo. Tanto que atropelló a Nava. Defensa imbatible. La portería cubierta. El ataque excelso. Nava sucumbió ante un Aranda crecido, remando a una con un pabellón entregadísimo. El resultado lo dice todo. Un equipo que no le pesa sobre los hombros administrar ventajas. Que lucha y cree en lo que hace. Y que es capaz de conjuntarse y unirse en pro del objetivo común. 29-25. Y los dos primeros puntos de la temporada a la saca. Que siga la fiesta.