El ‘toque’ soriano protagoniza los 1.500 metros del Mundial de Atletismo de Tokyo

Soria

El Campeonato del Mundo de Tokyo se cierra con sabor soriano en la disciplina de los 1.500 metros. Si la soriana Marta Pérez nos hacía vibrar en la final del pasado martes, cerrando el círculo iniciado hace cuatro años en el mismo escenario, este miércoles era Isaac Nader el que daba la campanada proclamándose campeón mundial sorprendiendo a todos. A todos, excepto a su entrenador, el soriano Enrique Pascual Oliva, quien lleva trabajando con él desde hace 3 años, con muchas horas en las pistas de Los Pajaritos en su haber.

El oro, más que merecido por la constancia exhibida por el luso en los últimos años, se logró en una final ‘abierta’, sin un favorito claro en la línea de salida. El triunfo, en un final de infarto, fue por solo dos centésimas (3:34.10) respecto al británico Jake Wightman (3:34.12) “le puse el pecho”, decía Nader post carrera con total naturalidad.

La final, para ser de un Mundial, fue un tanto atípica, ya que cinco de los diez mejores atletas del ránking internacional del año (los kenianos Festus Lagat y Abel Kipsang, el británico George Mills, el francés Azeddine Habz, el keniano Phanuel Kipkosgei Koech) no estuvieron por diferentes motivos y otros dos como el noruego Jakob Ingebrigtsen, eliminado en primera ronda, y el neerlandés Stefan Nillesen (3:29.23), en semifinales, tampoco estuvieron, igual que el vigente campeón olímpico de la distancia, el estadounidense Cole Hocker, descalificado en la penúltima ronda. Sí estuvieron entre los catorce 'elegidos' los tres últimos campeones mundiales: el keniano Timothy Cheruiyot (2019) y los británicos Jake Wightman (2022) y Josh Kerr (2023). Es decir, aún sin ‘los mejores’, el nivel era altísimo.

Wightman y Cheruiyot intentaron batirse en duelo hasta el final pero no contaron con otro protagonista, Isaac Nader, que, a sus 26 años, está en su mejor momento de forma, como demostró en el Estadio Olímpico de Tokio. El portugués supo colocarse muy bien, aguantó los continuos arreones de sus rivales y, aunque iba cuarto a falta de cien metros, en el esprint final adelantó a Wightman, segundo, y a Cheruiyot, tercero (3:34.25), para colgarse el oro por solo dos centésimas y dar a Portugal un histórico triunfo.

Mención especial merece lo de Enrique Pascual Oliva. El entrenador soriano sigue teniendo activa su 'varita mágica'. 33 años después del oro de Fermín Cacho en Barcelona 92 (y plata en Atlanta 96), y con el doblete mundial de Abel Antón en Maratón (Atenas 97 y Sevilla 99), en el siglo XXI sigue engrosando su palmarés a través de deportistas que llegan a Soria y crecen exponencialmente. Sin más secreto que el trabajo y la dedicación.

1.500 metros sorianos

El triunfo de Nader ratifica el marchamo soriano de la distancia. Si bien lejos de las medallas, Marta Pérez volvió a brillar en la final del martes, compitiendo en todo momento y firmando una gran marca. En esa misma final, cabe recordar, corrió otra ‘soriana’, Salomé Afonso, también discípula de Pascual Oliva en Soria, que fue ‘repescada’ tras ser ‘echada’ de la pista durante la semifinal, y que finalizó en el puesto 12.

Lo de Marta, en cualquier caso, ya no sorprende, en absoluto. Es su segunda final mundialista, en su vigesimoquinta internacionalidad con la selección de España, a lo que hay que sumar europeos y dos Juegos Olímpicos. En Tokyo, por cierto, en el mismo escenario, también fue novena de la final. A sus 32 años ya no es una novedad verla en la élite planetaria.

Cierto es que ella misma se quedó con la miel en los labios, “quería ser octava y creía que podía hacerlo”, recalcaba tras la carrera, pero su actuación es irreprochable. Lo fue desde la primera ronda, en la que tuvo que meter ‘codos’ en una carrera trabada, mientras que en la semifinal, más limpia, supo coger lugar y ritmo para meterse con solvencia en la final.

En ésta, como siempre, compitió firme de principio a fin, aunque el desenlace la dejara desencantada. Entendible. Pero hay motivos para la satisfacción. Su marca en la meta, 3.58.54, es su segunda mejor marca personal, segunda mejor española de todos los tiempos (ella ostenta, recordemos el récord nacional, con 3.57.75). Partía, en el pistoletazo de salida, con la novena mejor marca de todas las participantes.

“Esperaba que fuera una carrera rápida, que fuese más o menos limpia, y creo que me veía para algo más. Había recuperado bien, creo que tenía piernas, como al final se vio con el tiempo, y esperaba terminar un puesto más adelante o dos. No pudo ser", aseguraba en declaraciones a los medios. En cualquier caso, su novena plaza mejora la undécima obtenida en el Mundial de Eugene (Estados Unidos), en 2022.

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Además, hay que apuntar que hace unos meses estaba ‘parada’. Una fuerte caída en el Europeo de Cross, en el cierre de 2024, le provocó una lesión importante, latosa, que le impidió saltar a la pista en todo el invierno. Hasta primavera no pudio hacerlo. Pero cuando lo hizo, lo hizo en su línea: competitiva. Campeona de España de la Milla, subcampeona de España del 1.500 y, en este reciente mes de agosto, tres marcas por debajo de los 4 minutos en apenas diez días.

Llegaba al Mundial bien, en forma, con ambición. Y ‘descansada’, “me lo dijo Abel Antón, que es muy sabio, que el no haber competido la pista cubierta haría que llegara mejor al Mundial”, apuntaba Marta Pérez y, precisamente, lo recordaba el propio bicampeón del Mundo de maratón.

En definitiva, tras un inicio de año complicado, Marta Pérez ha vuelto a disfrutar y hacer disfrutar a los sorianos. Ningún reproche, mucha ambición, competitividad fuera de duda y la confirmación (por si alguien no lo tenía claro) de que Marta está consolidada en la élite mundial del atletismo en la que, hoy por hoy, se considera prueba reina, unos 1.500 metros que en Tokyo han tenido sabor soriano.