'Juego de espías' con grabaciones clandestinas en la cárcel de Soria

Soria

El Juzgado de lo Penal número 1 de Soria ha condenado a un vigilante de seguridad de la cárcel de Soria por espiar a un compañero de trabajo. Los hechos se remontan a 2023, cuando el acusado dejó colgada su cazadora con una grabadora funcionando en el bolsillo con el objetivo de grabar las conversaciones de su compañero.

Según dicta la sentencia a la que ha tenido acceso la Cadena SER, en febrero de 2023 el acusado entró a trabajar en el turno de noche dejando su cazadora colgada en el centro de control de cámaras, lugar en el que esta noche tenía que trabajar el denunciante.

En el bolsillo de la cazadora introdujo el aparato "en funcionamiento" , por lo que captó todas las conversaciones mantenidas en ese lugar durante casi una hora, hasta que la descrubrieron de fomra accidental los policías que esta noche también prestaban servicio en el centro peniteciario. Se encontraban allí no por ese motivo, sino porque otro de los guardas de seguridad estaba ébrio.

Ahora el juez considera que incurrió en un delito de descubrimiento y relevelación de secretos, por lo que le condena a un año de prisión y dos años de prohibición de acercarse a menos de 200 metros del denunciante durante dos años. Además, deberá indemnizar a la víctima con 20.120 euros, una cantidad que deberá ser abonada, en caso de que el condenado no lo haga, por su empresa, a la que el juez le declara como responsable civil subsidiria.